La locuacidad de Videla lo relativiza. No habló al comenzar el proceso, pero lo hizo al concluir, ya condenado a prisión perpetua. En un viaje a Sudáfrica donde me reuní con familiares de detenidos-desaparecidos y con organismos defensores de los derechos humanos, encontré una queja generalizada: es insoportable escuchar en los tribunales el relato minucioso de las torturas sufridas hasta morir por los seres más queridos y después ver cómo los criminales permanecen en libertad. La transición desde el régimen del apartheid a una democracia de un hombre un voto fue exitosa. Pero de poco le sirve a quien ha perdido un hijo, conocer qué dedo le cortaron primero si el que lo deshizo en pedazos termina el relato y se va impune a su casa. Además en Sudáfrica no se alteraron las bases económicas de la dominación y las mayorías no han visto reivindicados sus derechos económico sociales».
Fernando latrille. Periodista. Fuente: Publicion en Facebook.
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