Al entrar en los detalles, el primer dato a tener en cuenta es que todos los cálculos se hacen en un estimado promedio de 600.000 boletos anuales (exactamente 580mil «pasajeros equivalente» -pasajes por año-), lo cual según el edil Roma es correcto. Cuando la empresa llega exigiendo un aumento por encima de ocho pesos, y se comienza la revisión de la planilla de costos que presentan para justificar ese aumento (índices de la formula polinómica), se detectan «errores». Vamos a centrarnos en algunos ejemplos de los muchos que en esa planilla muestran el sobredimensionamiento de los costos para poder aumentar el boleto, y algo tan o más importante, el monto del subsidio recibido por la empresa, proveniente del estado nacional, para sostener el servicio de transporte público de pasajeros.
La manipulación de los números en detalle
De arranque y en este primer punto, la empresa esgrimía un subsidio de 100.000 pesos del estado nacional, pero al averiguar, los concejales detectan que el subsidio que la nación les entrega es de casi 2 millones de pesos, lo cual equivale a esconder 1.900.000 $ de ganancia.
Para conseguir este monto del estado nacional «al estado le pasan un lista donde declaran (en carácter de declaración jurada abalada por el municipio) que tienen una cantidad exagerada de vehículos, muchas frecuencia, que llevan muchísimas personas, y que consumen cantidades astronómicas de gasoil por colectivo, que hacen muchísimos kilómetros, etc. Todo exagerado», nos decía Romá.
Recapitulamos: Los casi 2 millones de pesos de subsidio que debieron ir a la baja del precio del boleto, Vercelli los ocultó, quedándose con ese dinero sin que nadie haya chequeado este dato; y esto implica que en 600.000 boletos, el precio debió ser tres pesos menos por cada boleto el último año. Se le cobró (robó) al pasajero tres pesos de más en cada pasaje completo, que ya había sido subsidiado, es decir pagado por el estado nacional.
Los demás ítem sobre los costos, manipulados, donde se dibuja la estafa:
En combustibles, lubricantes y filtros, declaran que gastan $1,40 y detectamos que gastan $1, 08, sobrados, es decir un 40% menos. Este ítem, representa el 13% de la estructura de costos del boleto. Y esto es lo de menor importancia. En la reunión siguiente, reconocían el «error»
Otro componente es sobre el seguro y los accidentes menores. Aquí hay un punto en particular donde declaran erogaciones por 900 mil pesos de gastos o «eventos», que sería cuando la empresa paga porque le rayo el auto a alguien o golpeó un pasajero, pero en los casos cuando se trata de gastos menores a 40 mil pesos por cada evento. Por encima de los 40.000 pesos, paga el seguro, por debajo, se hace responsable directamente la empresa de esos montos. -Al entrar averiguar con las aseguradoras notamos que casi un millón de pesos por eventos menores que no cubren las aseguradoras, era muy alto. ¿Qué pasó? Lo reconocieron y bajaron de 900mil $ por año a menos 300 mil pesos por año- decía Romá.
Ellos declaran un consumo de 0,32 litros por kilómetro, cuando en realidad detectamos que es sólo usan 0,25 litros por kilómetro. Parece una estupidez pero al multiplicarlo engordan el precio del pasaje y nosotros no tenemos por qué pagar 32 litros por cada 100 km cuando en realidad consumen 25 litros por cada 100 km. Aducen que tienen siete colectivos en uso permanente cuando en realidad sólo tienen tres colectivos con los que prestan el servicio, uno que usan sólo para refuerzos, y uno más que no usan, sino que está parado y lo tienen por las dudas, sin gastos de deterior ni de consumo. Entonces al declarar siete colectivos que recorren 23.000 km es una gran mentira. A eso se lo pueden decir al gobierno nacional para sacarle más plata del subsidio pero no a nosotros.
Otro de los componentes -y acá hay un gradito de perversidad, es lo que se llama taza de oportunidad. Sumo todo el capital que digo que tengo, y en base a eso piden lo que quieren ganar, un 18%, pero sobre el capital que dicen tener, y que es muy superior al real, entonces ese 18% se transforma en una ganancia muy superior en pesos a la que le correspondería, basada en ese capital ficticio que en realidad no tienen-.
La amortización de los colectivos se realiza en un total de seis años a un valor del 10% anual, y quedan con un valor residual del 40% de la unidad. Presenta un valor de la unidad de 1 millón de pesos cada una. Pero lo están declarando para cinco colectivos cuando sólo tres son amortizables, los otros son modelo 97, ya están amortizados y no corresponde seguir pagando.
En el combo «nos están metiendo» un costo de mantenimiento del chasis que equivale al 15% del valor de la unidad 0 km, dividido en 6 años. Lo mismo, un 10% sobre el costo de la unidad 0 km dividido en seis años, para el costo del mantenimiento de la carrocería. Sería aceptable, si no fuera que aducen cinco colectivos pero en uso sólo hay tres, entonces no podemos pagar un desgaste de los colectivos que no están en uso, o en todo caso hay que pagar una política de mantenimiento diferencial para las unidades que están paradas el 90% del tiempo.
En resumen: el boleto debería costar la mitad
Para todo esto, ya le derrumbamos el costo del pasaje en 5$, es decir que se lo bajamos de 8,23$ que pedían, a más o menos 3,20$, habiendo advertido todo este manejo, dibujo o manipulación de cifras en la declaración jurada de la estructura de costos. Todo esto y muchos otros ítems más con menor incidencia, componen la famosa formula polinómica que termina arrojando el valor del boleto. Y según estos papeles (como declaración jurada) que ellos presentan para pedir aumento, el costo debiera bajar a 3 pesos con 20 centavos.
En la próxima nota, detallamos la segunda reunión con los contadores de Vercelli, quien tras reconocer todos los cuestionamientos hechos por el análisis de los concejales (específicamente realizados por el concejal Roma y el respaldo de los demás concejales presentes en la reunión con la empresa, piden disculpas por lo que ellos llaman «errores» y vuelven a pedir el mismo nivel de aumento.
De las propias palabras del concejal Roma, «de Los 7 cuestionamientos más gruesos que les hicimos, reconocieron que teníamos razón en todo. Esto dio origen a una segunda reunión donde vuelven a la semana siguiente con una planilla totalmente diferente, con números también dibujados que vuelven a arrojar un costo del pasaje de ocho pesos y pico». Traducido: «le derrumbaron» las mentiras y vinieron con otras mentiras nuevas, para volver a llevar el costo a los 8$ y pico que piden para el pasaje. ¿Que tuvieron que hacer?, inflar otros ítems.
Si en nuestra propia redacción no hubiéramos visto los números y los documentos, si no hubiéramos chequeado los papeles, tal vez dudaríamos un poco de esta versión. Pero no, comprobamos que Vercelli es un monopolio planificado y con las peores «mañas». Con una habilidad asombrosa que solo pocas empresas sin escrúpulos tienen para manipular números, mentir en documentación publica, esgrimir argumentos falsos bajo juramento y cambiarlos en una semana por otros más falsos aun, extorsionar, amenazar con retirarse y «dejar los colectivos en la puerta de la municipalidad» intimidando a los concejales, y hasta patotear, gritar e insultar, modelo de negocios que hasta ahora le están dando los mejores resultados, ya que vienen logrando imponerse a las propias autoridades que parecen no darse cuenta que ellos son los representantes del pasajero, del vecino, y no los cuidadores de la rentabilidad de la empresa. Con todo esto, nada nos impide imaginar que también lleguen a comprar voluntades políticas, si fuera necesario.
Ver nota anterior: https://ramalloinforma.com.ar/sociedad/item/41488-una-gran-estafa-al-pasajero-vercelli-parte-1.html
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