La llegada de la lluvia trajo esperanza a los habitantes de El Bolsón, Lago Puelo y Epuyén, donde más de 4.000 hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales. Los vecinos celebraron emocionados, aunque la amenaza del viento aún podría reavivar los focos.
Gracias a la baja de temperatura y la humedad, el fuego logró ser contenido en sectores cercanos a zonas pobladas, como Cascada Escondida y Callejón Rozinka. Sin embargo, el incendio sigue activo en otras áreas y los brigadistas trabajan sin descanso para evitar su avance.
El Comité de Emergencia informó que las condiciones meteorológicas favorecen la labor de los bomberos, aunque el fuego sigue latente en raíces y troncos. En tanto, familias de 140 viviendas incendiadas esperan asistencia para la reconstrucción de sus hogares.
Autoridades indicaron que lo peor del incendio se vivió el fin de semana, pero que los próximos días serán clave para evitar que el fuego se reactive.