La noticia de la partida de Ricardo Iorio, una figura icónica del heavy metal argentino, conmocionó a seguidores y colegas de la industria musical.
El cantante, conocido por su destacada carrera en bandas como V8, Hermética y Almafuerte, a sus 61 años, sufrió un paro cardíaco en su hogar de la ciudad bonaerense de Coronel Suárez. A pesar de los intentos de los médicos por reanimarlo durante el traslado de emergencia en ambulancia a un centro de salud, lamentablemente no lograron salvarlo.
La familia del cantante optó por velar sus restos en la Cooperativa Eléctrica San José, ubicada en el pueblo homónimo en Coronel Suárez. Este lugar tiene un significado especial, ya que el rockero había residido allí durante varios años.
La partida de Iorio dejó perpleja a la comunidad del espectáculo, ya que no se tenía conocimiento de afecciones previas que pudieran anticipar un paro cardiorrespiratorio. Su música y letras cargadas de mensajes sociales lo convirtieron en una figura influyente y respetada en la escena del heavy metal argentino. La cruda realidad de la clase trabajadora fue un tema recurrente en sus composiciones.
A lo largo de su carrera, Ricardo Iorio no solo se destacó por su música, sino también por ser un personaje polémico debido a expresiones xenófobas y antisemitas que provocaron reacciones de repudio hacia su persona.
El mundo de la música expresó su pesar por su partida. La banda La Renga, a través de su cuenta de Facebook, le rindió homenaje y expresó su cariño al llamarlo «maestro» y resaltar que su música siempre perdurará.
Otro músico, Juanchi Baleirón, quien había hablado con Iorio recientemente, reveló que estaban planificando proyectos, giras y un nuevo disco, lo que hace que su fallecimiento sea aún más impactante.
Por su parte, Ricardo Mollo y Flavio Cianciarulo compartieron mensajes de despedida a través de sus redes sociales, recordando su amistad y colaboraciones. Andrés Calamaro también rindió homenaje a Iorio, destacando su legado y su influencia en la música argentina.
La partida de Ricardo deja un gran vacío en el mundo del rock y del heavy metal. Sus obras perdurarán como un testimonio de su pasión y su talento, y su memoria será honrada por generaciones de amantes de la música en Argentina y más allá.