Cada 21 de abril se abre una ventana al ingenio humano con la conmemoración del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación. Esta fecha fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017, con el objetivo de resaltar cómo las ideas nuevas pueden transformar nuestras sociedades y contribuir al desarrollo sostenible.
La elección del día no es arbitraria: se rinde homenaje al nacimiento de Leonardo da Vinci, ícono del pensamiento creativo y multidisciplinario, cuya obra trascendió su época y sigue inspirando a generaciones enteras.
Para la ONU, fomentar la innovación no es solo una cuestión tecnológica, sino una herramienta clave para enfrentar desafíos universales como el hambre, el cambio climático, la pobreza y la inclusión social. Las soluciones creativas pueden surgir desde cualquier rincón del mundo y en todos los ámbitos de la vida.
En tiempos donde la diversidad en los procesos innovadores aún encuentra barreras, especialmente en algunos países, organismos internacionales y regiones como Europa redoblan esfuerzos con políticas que impulsan la equidad y la participación de todos los talentos, sin distinción.
Este día busca invitar a cada persona a reconocer su potencial creativo. Desde pequeñas ideas hasta grandes inventos, toda contribución cuenta a la hora de imaginar y construir un mundo más justo, inclusivo y sostenible.
