El Gobierno ha tomado la decisión de posponer los aumentos programados para las tarifas de gas, electricidad y el impuesto a los combustibles que originalmente entrarían en vigencia a partir del 1º de mayo. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Economía luego de un día de deliberaciones en el Palacio de Hacienda, busca proporcionar estabilidad y previsibilidad tanto a los consumidores como al sector empresarial. El comunicado oficial especifica que la actualización del impuesto a los combustibles será diferida mediante un decreto en el Boletín Oficial, evitando así cualquier incremento en los precios del surtidor durante el mes de mayo.
Además de la postergación de los aumentos, se esperaba que a partir de hoy comenzara a regir la nueva fórmula de actualización mensual para las tarifas de gas y electricidad, diseñada por el Gobierno para mantener los incrementos alineados con la inflación. Sin embargo, tanto el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) como el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) no han publicado aún los nuevos cuadros tarifarios, a la espera de una resolución por parte del Ministerio de Economía. Según cálculos previos, se había estimado un aumento del 10,69% para las distribuidoras eléctricas, del 12,5% para las distribuidoras de gas y del 12% para las transportistas de gas.
Aunque desde la Secretaría de Energía se había mencionado que los aumentos estaban en análisis, no se ha confirmado aún si se llevarán a cabo en el futuro próximo. Esta medida llega en un contexto político en el que se debatían importantes proyectos de ley, como el paquete fiscal, y representa un gesto del Gobierno para moderar el impacto económico en los ciudadanos y las empresas ante la incertidumbre y la volatilidad del panorama actual.