El Gobierno implementó cambios significativos en la Ley de Tarjetas de Crédito, apuntando a desregular y modernizar el mercado financiero. Entre las modificaciones, se destaca la eliminación de la necesidad de consentimiento del cliente para recibir resúmenes bancarios de forma electrónica y la ampliación de los canales de comunicación disponibles para los usuarios en caso de no recibir el aviso de pago. Estas medidas buscan adaptar la normativa a la era digital y mejorar la experiencia del cliente, al tiempo que se justifican en la necesidad de revitalizar la economía nacional, citando el megadecreto 70/2023 como respaldo.
La reforma también incluye ajustes en los tiempos de recepción de los resúmenes y la ampliación de opciones de comunicación para los usuarios en caso de irregularidades. Estas acciones se enmarcan en un plan más amplio de desregulación, que busca eliminar obstáculos legales para el funcionamiento eficiente de los mercados y promover una mayor inserción en el comercio mundial. La medida refleja un esfuerzo por agilizar los procesos financieros y adaptar la regulación a las necesidades y realidades contemporáneas.