En una reciente entrevista que le hizo nuestro medio a Ricardo Escalante, un aficionado en el asado a la estaca, compartió los secretos que lo han llevado a perfeccionar el arte del asado a lo largo de los años. «La experiencia a veces vale mucho», comentó al referirse a su profundo conocimiento de cada detalle que influye en la calidad de su asado. «El diablo sabe por diablo, pero sabe más por viejo», añadió, destacando la importancia de la experiencia en su oficio.
Ricardo explicó que cada elemento, desde el viento y el clima hasta el tipo de leña utilizada, debe ser cuidadosamente estudiado. «Hemos llegado con mi hijo a darle un color a la carne que no se ve casi, sin echar nada. Esa es la experiencia, hace muchos años que la hago y lleva a eso», detalló con orgullo.
Ricardo compitió en Rosario el Día de la Bandera, exactamente en el Monumento, donde salió campeón al preparar el mejor costillar a la estaca entre competidores de élite de Argentina y de otros países. Este logro subraya su habilidad y dedicación en el arte del asado, ya venía ganando los primeros puestos, pero fue el pasado 20 de junio que se coronó como campeón.
Por su parte en otro torneo, en el nacional, Ricardo está actualmente tercero en la tabla general. Ha participado en dos fechas, mientras que la tercera se suspendió. A pesar de esto, mantiene una sólida posición en la competencia, que nos explicó que si el campeonato terminara hoy, él por ser tercero podría representar a nuestro país en el exterior, por eso la importancia de participar en este torneo.
A pesar de recibir múltiples propuestas para competir en festivales locales, Ricardo y su hijo han decidido centrarse en este evento nacional. «Tenemos muchas propuestas para ir a festivales acá en la zona, pero ya te digo, una por mi hijo, por el problema de trabajo, y otra también, nosotros queremos abocarnos a este nacional» explicó.
Ricardo un aficionado del asado a la estaca que se corona entre los mejores, que hace todo a pulmón ya que no tiene patrocinador alguno, demostró que aveces el mejor asador es el que le pone el alma cada vez que prende el fuego y no un experto que vive de su restaurante. Como todo en la vida, lo que se hace con amor no puede salir mal.
¡Felicitaciones Ricardo!
