Los acontecimientos que se ven en el mundo a raíz del covid-19, imponen una realidad que parece infranqueable. Con las peores imágenes, féretros de cartón y cadáveres en las calles, la pandemia demuestra país tras país, su implacable consecuencia en el costo de vidas y la destrucción de la economía.
El coronamavirus, sigue doblegando a los mejores sistemas sanitarios del mundo, al demostrar que estos no son suficientes frente a la inconsciencia del ciudadano que no advierte a tiempo que, solo su cooperación manifestada a través del aislamiento preventivo, puede sortear el problema y bajar el numero de victimas fatales, dándole una posibilidad al sistema de salud.
La humanidad demuestra el poco respeto por la naturaleza: el insignificante virus arrasa con todo comportamiento y costumbres tal como la conocíamos.
No importa el lugar del mundo en que se mire. Los países enfrentan la pandemia con ignorancia (casos como Mexico o Nicaragua), con negligencia (medidas tardías en España, Francia e Italia) o incluso con arrogancia en países como Brasil, USA o Inglaterra. Estos últimos, naciones con lideres fuertes, de mentes cortas y comportamientos desafiantes, se llevarán la peor parte. La destrucción de la economía ya ni siquiera es parte del debate. las consecuencias serán catastróficas e inimaginables.
Cualquiera sea el motivo, creer que un pueblo puede salir airoso en batalla frente al insignificante virus, sin interrumpir su actividad económica y esperando que su población tenga un bajo indice de muertos, es como mínimo, una mirada infantil, en este lado del mundo.
En Argentina lo estamos haciendo bien, y podemos aprender como hacerlo mejor.
A excepción de Corea del Sur, cuya cultura de respeto a las normas, bastó para aplanar la curva de muertes y dominó el impacto de la pandemia, apoyado por supuesto, con su enorme capacidad económica puesta al servicio de la salud publica masiva, ningún otro país tuvo tal éxito. Corea es la única muestra hasta le fecha, de una nación que logró dominar la situación. En dos meses entro y salió del problema sanitario y limitó el quiebre económico. El resto del mundo deberíamos imitarlo.
Corea del Sur aprendió de una gran epidemia mal gestionada, hace mas de dos años. Esta vez, los civiles Coreanos eran conscientes del problema, a diferencia de lo que nos sucede a nosotros, en occidente.
Corea aplanó la curva de muertes de inmediato, con el respeto a las sugerencias del gobierno… evitó una crisis sanitaria, y limitó el quiebre económico
Corea aplano la curva de inmediato, solo con el respeto a las sugerencias del gobierno (ni siquiera fueron ordenes impuestas por la fuerza). El gobierno solo tuvo que recomendar la disminución de la actividad, la reducción del desplazamiento de los ciudadanos y el distanciamiento social. El resto, el uso del barbijo, el no uso del transporte publico a mas de la mitad de capacidad, los cambios de horarios y acortamientos de estos horarios laborales temporalmente, y el trabajo a distancia, ya estaban asumidos por empleados, autoridades y empresarios.
Estas nuevas reacciones ante amenazas a la salud, tomadas en serio, permitió un semi aislamiento voluntario del país, el cual se auto recortó toda actividad innecesaria fuera de los hogares transitoriamente; logrando una protección del sistema de salud, una baja en la taza de mortalidad, y una muy baja caída de la actividad económica, respecto a la aplastante caída económica que sufriremos en medio oriente, Europa y América.
Como contraste con Corea del Sur, esta es la situación actual en América: