Son más de 2000 las familias que están siendo asistidas desde diferentes organismos del estado y organizaciones sociales. La situación económica y la extensión del aislamiento social obligatorio disparó la cantidad de bolsones de mercadería que se entregan en cada hogar.
Desde el estado municipal, desde los primeros días empezaron a articular acciones para asistir a familias carenciadas y trabajadores informales que debieron suspender sus actividades por la cuarentena. Al día de hoy, se están entregando 1600 bolsones de alimentos, día a día. Se toma solamente a quienes se estuvieron anotando a través de los números telefónicos que habilito el municipio.
El universo de personas que incluye cada bolsón, tomando en cuenta que se tratan de familias, se calcula un núcleo familiar de cuatro personas, según el relevamiento municipal.
A esta asistencia, se le suma la entrega de bolsones correspondiente a los comedores escolares. Ante la imposibilidad de concentrar a los alumnos en cada una de las escuelas que cuentan con el Servicio Alimentario Escolar (SAE), se está distribuyendo la mercadería en cada hogar, para cada alumnos beneficiario. Desde el 16 de marzo, cuando se dictamino el inicio de la suspensión de clases, se siguió asistiendo a 450 alumnos. A fines de marzo, ese número trepó a 750 bolsones. Esta semana se entregaron 1400 bolsones, dando cobertura al 95% de las escuelas del distrito.
Otro de los actores que continúa asistiendo a los vecinos son las organizaciones sociales. El Movimiento Evita de Ramallo se encuentra realizando entrega de mercadería, dentro de sus posibilidades. Su referente, Cesar Gómez, explicó que desde la organización se entrega mercadería a más de 250 personas, y mantiene abierto el merendero.
También desde PAMI Ramallo comenzaran en los próximos días a entregar bolsones vía los Centro de Jubilados. Son alrededor de 250 abuelos que reciben esta ayuda alimentaria.
La crudeza de la crisis económica, agravada por la cuarentena por la pandemia del coronavirus, exigió a las diferentes patas del estado a estar presentes asistiendo con alimentos en cada hogar. El número de vecinos asistidos crece día a día, a medida que se prolonga el aislamiento. A este escenario, se suma la demanda de medicamentos y artículos de limpieza, al mismo tiempo que los recursos económicos escasean en cada familia.