La hija de Susy Padilla contó la dura lucha que lleva adelante para que PAMI le dé la atención que le corresponde a la artista y que implicó una pelea judicial.
Sabrina Weller es una vecina de Ramallo que desde hace meses vive una pesadilla. Tras un año y medio de llevar a su madre a diferentes especialistas locales y regionales, detectó que Susy padece un problema en la válvula mitral, lo que le provoca insuficiencia cardíaca y respiratoria por acumulación de líquidos. En diálogo con Es Ramallo!, el programa que conduce Matías Rosa en Estación NBA 88.9, comentó los inconvenientes generados por PAMI, su prestadora de servicios de salud, para darle la adecuada atención a la artista.
“Mi mama hoy en día está internada desde el lunes, como cada mes. La hemos llevado a diferentes especialistas y en la Favaloro, nos dijeron que era necesario operarla y nos mandaron a casa. Desde entonces, la asistimos con oxígeno y cada dos por tres salimos corriendo a Rosario. Mi mamá no respira bien, no come y acumula líquidos en todo el cuerpo. Está haciendo una fuerza tremenda para sobrevivir”, comentó Sabrina.
Todo se complicó en noviembre, cuando la familia de Susy presentó los papeles para que PAMI financiara la cirugía. Si bien la primera respuesta fue afirmativa, al evaluar el costo la entidad se negó a hacerlo. Desde ese momento se sucedieron trámites burocráticos que incluyeron un amparo de un juez que obliga a la prestadora a hacerse cargo y un apercibimiento posterior de índole penal que tampoco pudo torcer la decisión del organismo. “Nos tienen a las vueltas. Empezamos a intimarlos de otras maneras hasta que llegamos a la última instancia porque queremos que vayan presos. Si no se mueven por la vida de una persona, que se muevan por su libertad”, apuntó.
“PAMI nos dice hoy que ellos autorizaron todo pero que no consiguen los proveedores”, amplió Weller, “Sucede que este dispositivo es muy caro y cuesta conseguirlo, pero yo misma busque en Google y hay proveedores en Argentina. Mi mama está respirando con un abanico. Se tira viento en la cara. Todos andamos a las corridas prestándole atención para ver si respira o no respira”, cerró.
