Abuelos. De la desidia a la dignidad.

Por Ramallo Informa




A principios de este año, Ramallo Informa visitó el hogar municipal de ancianos y de las observaciones realizadas y publicadas hoy podemos decir que hubo cambios. Con el fin de establecer el punto de inflexión entre la salida del gobierno Santallista y el ingreso del gobierno de Poletti, este medio capturó el final de la anterior gestión y el camino de la actual administración.

Han pasado cuatro meses de aquel informe especial que evidenciaba el estado de abandono y dejadez que tenía el hogar de ancianos municipal al momento que ingresó la nueva gestión. La nota publicada por este medio expuso por tercera vez, las miserias políticas que en muchas oportunidades no se ven o no se tienen en cuenta. Cada dos años, el Hogar era una bandera de campaña política, y si bien en una oportunidad se amplió la infraestructura en un par de habitaciones, la calidad de vida de los ancianos en todos los aspectos del asilo, era literalmente de «gente descartada». Cuestiones tan simples como pintar una pared, atornillar una puerta o cambiar una lamparita, parecían estar fuera del alcance y de la intención, de la administracion de Van Kemenade, ex Director de Hospital, del que depende el acilo.

Recorriendo las instalaciones del “mismo Hogar de Ancianos” este medio se encontró con un lugar totalmente renovado, donde se priorizo la comodidad y la dignidad de los abuelos.  Desde la Dirección del Hospital José María Gomendio, Rubén Millán junto al Administrador, Guillermo Musante detallaron el trabajo que realizaron y están realizando para garantizarle a nuestros abuelos una mejor calidad de vida y un verdadero hogar.

¿Soluciones mágicas o ganas de trabajar?

Había muchas cuestiones que no demandaban demasiado dinero, tiempo o trabajo, sino tan solo la decisión política para solucionarlas. Los abuelos no contaban con condiciones básicas como “tener una puerta en el baño” o “agua caliente para bañarse”,  con decir esto solo resta imaginar para darse una idea de la “importancia” que se le daba a este sector tan vulnerable. Nos da mucho gusto informar que el asilo que encontramos a principio de año hoy es un “Hogar de Ancianos Municipal digno”. La actual gestión tomo la decisión política de hacerse cargo del asilo y solucionar  a corto, mediano y largo plazo, según el trabajo a realizar, las cuestiones que estaban sin solucionar, que no son pocas.

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Modificaciones:

    En nuestra nueva visita, hemos visto que los baños han sido acondicionados colocándole las correspondientes puertas, realizándole la instalación de agua caliente, repararon y destaparon cañerías, los ambientaron para que puedan ingresar con las sillas de rueda, se colocaron mesadas y bachas donde no había, renovaron sanitarios y se pintaron. Los pasillos y salas de estar fueron totalmente pintadas y se cambiaron los sillones rotos y viejos por otros nuevos y cómodos, al mismo tiempo que colocaron un nuevo televisor. En todas las habitaciones se colocaron calefactores y se realizaron trabajos de reparación de techos para que no se filtre el agua y la humedad como pasaba antes. En la cocina cambiaron la mesada que estaba toda podrida y vieja y cambiaron azulejos.

    Había un árbol gigante en  una de las entradas que debió haber sido retirado por la gestión anterior, porque estaba provocando el levantamiento del piso de la instalación y solamente fue cortado a motosierra, dejando el hogar sin sombra y el problema de las raíces que destruían el piso, quedo como antes de retirar el árbol, pero con la promesa de volver para extraer dichas raíces en toda la superficie que dañaban. Por supuesto, no se cumplió.

    El hospital derivo fondos para realizar algunas de estas mejoras que no son estructurales, pero que no podían esperar más tiempo. Tuvieron que realizar una nueva cañería para el desagüe de los baños, reformas edilicias que no son para una campaña política, ya que son obras que no se ven,  pero sumamente necesarias para la calidad de vida de nuestros viejos. También sacaron de la cocina el servicio de enfermería, al cual le otorgaron una sala específica.

    Con respecto al trabajo del personal se está ejerciendo un mayor control para que cada rol sea cumplido. El lugar este impecable y los abuelos bien atendidos. Si bien parecen cosas o trabajos insignificantes, son cuestiones tan simples que marcan y hacen la diferencia. Según Millán, el hospital recauda de los abuelos que viven en el hogar alrededor de 30 o 40 mil pesos por mes y  desde la dirección y administración del Gomendio han decidido retribuirle ese dinero en obras para el propio acilo.

¿Faltaba de dinero?

Absolutamente no. Lo que faltó fue interés y humanidad.

    Nada de lo que se realizó fue lo suficientemente costoso como para no haber tomado la decisión una década atrás. Un gasto equivalente a dos garitas de las que colocó Obras Publicas hace tres años (dándole prioridad a un gasto de casi medio millón de pesos -A VALOR DEL 2013- para resguardo del clima para con los vecinos que esperan el colectivo, bonitas protecciones de caño y policarbonato, totalmente inútiles a la hora de brindar protección ante la lluvia intensa o llovizna, el viento, el sol, o para esperar sentado el paso del colectivo). 

   El edificio del asilo es una muestra más de la desidia disfrazada de progreso, que evidencian las verdaderas preocupaciones de la administración anterior. El asilo tuvo que esperar la gestión actual para cambios básicos y necesarios, y otros tan simples como retirar la raíz de un árbol.

 

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