Consultada por los medios, Beatriz Del Pópolo, del área de defensa al consumidor del municipio, y que nada puede hacer, ya que su cargo no le permite ni siquiera interponer simple recursos administrativos, declaró no estar segura que el aumento haya sido realmente aprobado por el área provincial de transporte. Pero con o sin firma oficial, esto solo va a parar a la cuenta bancaria de la familia dueña de todas las líneas locales e interurbanas entre Ramallo y San Nicolás, los Vercelli. Según el oficialismo nacional, la inflación no pasa el 15%, tan irrisorio como que la necesidad de adecuación del boleto necesitó un 100% de incremento en un año, cuando ya era un gran negocio millonario antes de los aumentos.
A principios de octubre de 2014 Vercelli anuncio el nuevo aumento de la líneas provinciales en el cual el boleto paso de $18 a $25,50. A principios del mes de marzo de este año la empresa, sin anuncio, implementó un nuevo aumento en el cual el boleto dejó de costar $25,50 y paso a costar $29. En julio de este año paso de $29 a $32. Y a partir de este mes se incrementó nuevo aumento en el cual el boleto dejo de costar $32 para costar $36,75.
Por si alguien no entiende la implicación de estos aparentemente pequeños números, echamos luz al asunto con una simple cuenta: hoy a los bolsillos de Vercelli ingresan el doble de los millones que le ingresaban el año pasado, y, ni los empleados ni los gastos de mantenimiento, aumentaron ni remotamente cerca de la proporción en que lo hizo la utilidad de estos individuos custodiados, apañados y alentados por los funcionarios del estado, sea por acción u omisión.
¿Dudas?
Los peores desconfiados, podrían estarse preguntando si parte de los billetes que hacen millonario al monopolio Vercelli, podrían estar yendo a parar a bolsillos de algunos funcionarios, que como a nivel local, aprueban los aumentos desmedidos y con cifras dibujadas a medida de la empresa, o en el mejor de los casos, no los anulan ni los reducen a montos razonables, en caso de ser ilegales o de no estar perfectamente justificados.
Hoy no hay posibilidad de hallar defensa alguna.
Cuando apoyamos la innovadora y gran medida vetada por el Intendente local, el Defensor del Pueblo de Ramallo, hacíamos referencia, y volvemos a hacerlo ahora, a que esta nueva figura hubiera servido para tratar este tipo de ataques a los ciudadanos, y el propio Intendente, sea quien fuere el que este de turno, se vería desligado de llevar adelante las tramitaciones necesarias para defender a los vecinos. El veto a la estructura de trabajo de la defensoría del pueblo, es una forma de golpear a los ciudadanos. Acá se ve con claridad el daño provocado por ese veto, y se seguirá viendo en decenas de oportunidades, donde continuaremos destacando la necesidad de rever el veto de esta moderna normativa imprescindible para los vecinos.
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