Poletti demostró con claridad que no procede como el intendente anterior. Disipó las especulaciones de la prensa, despertó el respeto de la ONG, altamente critica con todas las iniciativas de desarrollo, respondió a todos los cuestionamientos de los pocos vecinos que asistieron, quedó de manifiesto una distancia prudente y con los empresarios, como la intención de transparentar, y exponer los emprendimientos de mano de sus titulares, de cara a los vecinos.
La primera de las diferencias que está marcando el estilo de Poletti, es la apertura, la intención de avance y el compromiso responsable. En su primer año de gobierno lanzo dos barrios que no presentaron objeciones en las audiencias públicas, uno en Pérez Millán y otro en Ramallo. El banco de tierras como la preocupación por el desarrollo habitacional, que había manifestado el actual intendente en campaña, se están plasmando en hechos, no solo con los proyectos habitacionales, sino con la implementación del concepto de plusvalía (porcentaje del terreno o su valor, que el empresario deberá pagar al gobierno, por cada cambio de zonificación, y tiene como destino proveer de tierras al vecino para la construcción de viviendas).
Ya no hay «Dueño de Ramallo»
El intendente inicialmente envió a que los diferentes proyectos sean debatidos públicamente antes de ser aprobado o de forzar su iniciación. En el mismo acto le paso la responsabilidad al Concejo Deliberante para que decida sobre lo que perciban de dichos debates públicos. Obligar a debatir antes de cerrar un negocio entre empresas y estado, es algo a lo que no estamos acostumbrados luego de más de una década de Santallismo. Hasta parece raro, los periodistas y la gente seguimos buscando donde está el negocio, y la aparente realidad es que no hay tal forma de gobierno. Los Ramallenses nos habíamos acostumbrado a la conducta del «dueño de la finca» que cerraba los acuerdos con los empresarios a escondidas del vecino, sin jamás dar la información completa, sin transparentar quienes son los dueños de los emprendimientos, ni los motivos de sus iniciativas. La información era un lujo de los amigotes más cercanos al ex intendente. Los planos se trazaban con lapicera sobre una fotocopia y se determinaba que zona era para cada empresario. Ningún vecino hubiera soñado tener en sus manos la posibilidad de debatir sobre lo que le depara a su propio futuro, dentro de los límites de Ramallo.
Uno de los vecinos más opuestos al proyecto del edificio, el abogado Perseo Minotti, manifestó un día antes del debate: «La verdad es que más allá de las cuestiones técnicas, políticas y sociales que mañana y pasado se tratarán en el concejo, lo cierto y de lo que deberíamos estar eufóricos, es que mañana para los Ramallenses, ES UNA FIESTA DE LA REPUBLICA, UNA FIESTA DE LA DEMOCRACIA DIRECTA, una posibilidad de participación de todos y cada uno de los Ramallenses, para que juntos podamos decidir nuestros destinos.»
Transparencia: todos dan la cara
Poletti fue más lejos y presidió las audiencias públicas exponiéndose personalmente a todo tipo de cuestionamientos de vecinos, ONG y la oposición. Obligando en el proceso, a dar la cara a los empresarios, ONG, vecinos y profesionales auto convocados para exponer. Pudiendo aplicar la mayoría en el Concejo Deliberante, el intendente dio por tierra con toda especulación de «acuerdo previo» y todo paso a ser de dominio y decisión pública.
La época turbia en que los empresarios que de un día para otro se instalaban sin permisos, sin las condiciones legales (bajo la «vista gorda» de la administración), sin código urbano, sin aprobación ni opinión alguna de los vecinos, termino. Ahora sabemos quién viene a invertir, en qué y porqué. Pero esto no es una instancia previa para echar empresarios de Ramallo, como la oposición preferiría.
Las cosas claras
Este acceso a la información de boca de los empresarios, y con profesionales cuestionando, persigue transparentar, y solo en el caso en que los concejales consideren las objeciones como impedimentos concretos y perjudiciales para la población, podrán impedir o cambiar los destinos de las radicaciones de futuros emprendimientos.
Ante los rumores que se arrastran por la inercia de la conducta de la administración anterior, los empresarios manifestaron que no hay determinación por parte del intendente, ni a favor ni en contra, y que el propio Poletti les advirtió en todos los casos, que los emprendimientos debían pasar por audiencias públicas y el concejo. Y esto fue norma para todos los proyectos que necesitaban cambio de Zonificación.
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