Aunque no es el primer fin de semana largo con “todo colmado”, está combinación de feriados de carnaval a mitad de febrero, prácticamente llegando al fin de las vacaciones de verano, arrojó uno de los 4 días corridos más explosivos en cuanto a la llegada y permanencia de turistas en Ramallo.
La capacidad de los campings se vio sobrepasada. A simple vista de cualquiera que haya podido pasar, por ejemplo, por el camping municipal, pudo advertir que era un hormiguero de carpas casi sin lugar entre una y otra. Hasta el lunes, la capacidad de hoteles, cabañas, casas y departamentos construidos o rediseñados para el alquiler a turistas, en cualquier punto de la ciudad o su entorno geográfico, como todo tipo de alojamiento posible, estuvo con su capacidad al máximo. Solo en una mañana, y en el horario de atención, se recibieron 400 llamados en las oficinas de turismo solicitando derivación y contactos entre turistas que buscaban donde dormir y la oferta que hay en Ramallo. Aun con los costos más altos de la temporada, todo estuvo colmado y muchos turistas debieron moverse a buscar alojamiento en San Nicolás.
Las playas estuvieron abarrotadas de vecinos pero con una increíble cantidad de visitantes de ciudades aledañas y turistas que ocuparon todos los servicios. En las noches principalmente, los restaurantes como también los lugares de expendio de comidas al paso, estuvieron colmados entre el sábado y el lunes, viéndose incluso gente esperando en algunos puntos, para acceder a mesas para cenar. El tráfico de autos fue incesante todo el fin de semana como también las actividades en el agua.
La combinación entre la oferta privada de todo tipo, desde la más cara hasta la más económica, junto al (hasta ahora) inteligente aprovechamiento de la naturaleza y las ventajas de la costa de Ramallo, redundó en números increíbles de visitantes y de dinero que ingresó por razones turísticas en solo un fin de semana largo, sin contar el resto del buen verano que estamos atravesando. Todo lo relacionado con el turismo pudo, y de hecho lo hizo, trabajar y colmar sus expectativas de ventas, ya que chequeando el movimiento en los puestos de ventas de recuerdos, artesanías, kioscos, bebidas y alquileres de servicios, fue un verdadero éxito, por supuesto ayudado también por un clima ideal.
Esta lluvia de visitantes se desarrolló sin actividades que promovieran el ingreso de turistas a la ciudad, como pudo suceder en otras ocasiones con iniciativas de la secretaria de turismo, que atraían curiosos y deportistas, a raíz de las actividades que solían realizarse. Aunque esto es bueno que suceda, ya no es necesario en fines de semana largos, para colmar la capacidad turística de Ramallo. Hoy en día, la mayoría coincide con la consolidación de Ramallo como punto de esparcimiento del mini turismo.
- INTERÉS GENERAL
- Destacada
- Importante
- Turismo