El Gobierno está reformulando el plan Procrear para relanzarlo con cambios que dispondrán tasas similares a las del mercado financiero para quienes puedan pagarlas según sus ingresos y ofrecerá créditos para la compra de viviendas ya construidas. El programa, que fue un éxito durante la gestión del kirchnerismo y motorizó a la industria de la construcción, no realiza sorteos desde marzo de 2015 y el Gobierno actual no quiere continuarlo tal cual está planteado.
Una de las novedades, según las medidas que están en estudio, será la creación de una línea especial para compra de viviendas usadas o nuevas ya construidas, como si al mercado le sobrara la oferta en materia habitacional. Se reformulará el esquema de tasas, sobre todo para evitar la aplicación de un subsidio a sectores que tengan capacidad de tomar el crédito a tasas de mercado, y se reformularía el sistema para fijar prioridades en el acceso. Desaparecerán las tasas que proponía el procrear en de la gestión kirchnerista tuvieron topes de entre 14 y 19 por ciento anual, según el destino que se le da al dinero y la zona del país, y que fue esencialmente lo que lo hizo exitoso y viable para clase media-baja, que pudo en parte, resolver la situación habitacional de muchas familias con recursos limitados.
El objetivo de la ANSeS es otorgar 100.000 préstamos al año, con una mayor diferenciación según el nivel socioeconómico de cada familia (tanto en la prioridad de acceso como en las tasas de interés aplicadas). Esto último se haría para frenar el efecto de incremento de precios de los terrenos que se registró en varios puntos del país, justificó el jefe de la ANSeS, Emilio Basavilbaso, quien también dijo que elevarán los montos tope de los préstamos, porque los actuales no permiten muchas veces terminar las obras encaradas por las familias que acceden a créditos de largo plazo.
«Nuestra apuesta es multiplicar el Procrear», sostuvo Basavilbaso, quien agregó que el relanzamiento será «lo antes posible» y procurando que el programa sea sustentable, es decir, que no le haga perder valor al fondo de garantía previsional frente a la inflación. Pero lo que se deja ver no apunta a multiplicar en donde hay más demanda y están menos resueltas.
Basavilbaso señaló que, por ejemplo, se evitará subsidiar a quienes, por sus ingresos, podrían pagar una tasa de mercado: ahora, los créditos se otorgan con tasas que se diferencian según el nivel socioeconómico de cada familia.
Quien puede pagar una tasa del 35% anual de la banca privada, probablemente tenga un nivel adquisitivo lo suficientemente alto, que no necesite créditos. O dicho de otra forma, la clase media económicamente menos holgada, quedará a merced del mercado, lo que hace que acceder a una vivienda vuelva ser una ilusión y no una posibilidad real.
Conclusión en https://ramalloinforma.com.ar/opinion/item/42336-la-vivienda-sera-otra-asignatura-para-gobernacion-e-intendentes.html