El bloque de concejales del Frente para la Victoria envió un comunicado de prensa a los medios sobre su apreciación acerca del expediente de los casi 3 millones de pesos que reclama la empresa Tennet SRL sobre el consumo de combustible durante la gestión de Ariel Santalla. El expediente todavía descansa en el despacho de los concejales, y no tuvo tratamiento en el recinto. ¿Cuál es el motivo de la demora? Según el FPV, todavía siguen analizando el contenido del mismo y están a la espera de una definición del Tribunal de Cuentas provincial.
El tiempo pasa y el debate se sigue postergando…
A continuación el comunicado que envió el Bloque del Frente para la Victoria:
“El martes 16 de Noviembre se reunió la totalidad del Bloque de Concejales del Frente para la Victoria (F.P.V.) para tratar sobre el expediente que el departamento ejecutivo elevó al Concejo Deliberante en relación al reclamo de pago por parte de la firma que era la única proveedora de combustible al Municipio de Ramallo durante la gestión del intendente Santalla. Según el expediente la deuda asciende a un monto cercano a los tres millones de pesos. Los ocho concejales del Bloque FPV, presidido por Ricardo Gorostiza e integrado además por los ediles María José Mendiburu, Sergio Romá, Luís Onofri, Ricardo Belos, Marta Gómez, Elvio Zanazzi y Gabriel Macías, se reunieron con el Dr. Rubén Zubiete (Asesor Legal de la Municipalidad), Cristian Mansilla (Jefe de Gabinete) y Fabián Mussi (Secretario de Gobierno) para seguir analizando el tema que espera –entre otros informes- una respuesta por parte del Tribunal de Cuentas de la Provincia. “Quisiéramos estar abocados cien por ciento al tratamiento del Presupuesto, al estudio de las próximas Ordenanzas Fiscal e Impositiva, a los problemas de salud, seguridad, educación, al tratamiento de muchos proyectos sobre los que se está trabajando y son de sumo interés para todo el Partido de Ramallo, sin embargo la gestión Santalla nos dejó este regalito de tres millones de combustible y estamos revisando el expediente, dedicando horas y realizando consultas porque el gobierno anterior metió debajo de la alfombra este gran zafarrancho y nuestra gestión se tiene que hacer cargo como se ha hecho cargo de ordenar y revisar otras tantas desprolijidades” era el comentario general de los concejales del FPV luego de la reunión de más de dos horas durante la mañana de ayer. “Vamos a resolver al respecto cuando hayamos revisado con los organismos del Estado que corresponden, con el asesoramiento letrado, con la mirada de cada uno de los concejales y en el tiempo que sea necesario estudiar minuciosamente la totalidad del expediente. Es lamentable que quienes ahora exigen “transparencia” no hayan tenido la misma actitud durante años anteriores donde parecieron hacer la “vista gorda” ante tremendas desprolijidades cuyos costos termina pagando el pueblo de todo el Partido de Ramallo”.
Cuestión de tiempo
Este medio durante la semana del 22 de septiembre pudo tener acceso al expediente, casi dos meses después esos papeles siguen girando por las oficinas del concejo deliberante. De todas maneras, es llamativa la queja que hacen desde el FPV sobre el tiempo perdido en tratar este tema: “Quisiéramos estar abocados cien por ciento al tratamiento de muchos proyectos sobre los que se está trabajando” reza el comunicado, que, sin tener una voz identificada, se quejan de estar “dedicando horas” a este tema, en vez de atender otras circunstancias. Lo cierto es que este expediente todavía no es tratado en el recinto, incluso no han identificado irregularidades algunas, ni responsables directos.
Tiempos legislativos
En los próximos meses el Concejo entra en vacaciones, y hay varios temas que aún están pendientes: el presupuesto, el reconocimiento de deuda o la excepción a las fumigaciones aéreas son temas que aún no se pudieron debatir. Los tiempos apremian y los concejales se quejan de ello.
Para entender la lógica de funcionamiento del Concejo, hay que ir a su organización. Los concejales de Ramallo se reúnen en Sesiones Ordinarias 2 veces por mes, las cuales duran entre 5 y 6 horas por sesión. Es decir que sesionan menos de 12 horas por mes. Para un sueldo de casi 40.000 pesos no parece mucho. También es cierto que existe un trabajo de comisión y seguimiento que es por fuera del ámbito de sesiones, como así también la redacción y confección de proyectos.
Hay una realidad, los concejales continúan con sus trabajos particulares en el ámbito privado o público, y muchas veces se ausentan o retiran antes para cumplir con compromisos de este tipo. La pregunta es ¿el deber de Concejal es más o menos importante que el trabajo particular? En otras ciudades, si un ciudadano es elegido por el pueblo para que lo represente, debe pedir licencia para poder ejercer esa función.
También es una contradicción en sí mismo, que posición puede tomar un concejal ante una norma que interfiera en los intereses empresariales o negocios privados que sigue manteniendo. ¿Aquellos que trabajen en empresas privadas, votarían alguna ordenanza que los perjudique? O en el caso contrario, ¿beneficiarían a partir de su voto a la empresa en la que trabajan?
Hace poco el Dr. Rómulo Desposito debió renunciar a su trabajo e medico en la Unidad Sanitaria de Villa Ramallo por “incompatibilidad de funciones públicas”; ahora, para el sector privado, esto no corre.
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