Pero a la vez es nuestro deber como periodistas, levantar las luces de alarma cuando hay vecinos que advierten, con razón o no, no lo sabemos, problemas que puede acarrear el progreso si no se tiene en cuenta las precauciones racionales y bien fundadas que hay que tener en cuenta cuando alteramos la naturaleza. No estamos en contra del progreso, ni mucho menos. Solo divulgamos las advertencias si no se hacen los avances con los cuidados necesarios. Y hay algo que brilla por su ausencia: LA BUENA Y ABUNDANTE INFORMACION que debiera ser provista por la empresa (algo que no podemos esperar sentados), pero sobre todo a través del estado, los datos provenientes de estudios científicos, universidades, especialistas y experiencias de otras lugares donde ya se han asentado proyectos similares.
Cada vez que nos detenemos en una alarma, nos trae muchos problemas y nos convendría callarnos como lo hacen los demás medios. En estos casos, somos tildados de críticos y no es la intención. La verdad puede que moleste, pero solo si hay cuestiones oscuras. Si todo se están haciendo bien, la verdad disipará las preocupaciones y diluirá las advertencias de quienes se oponen al proyecto. Siempre es mejor saber «que nos están haciendo» a la opción de «no saber».
Un activista de la organización ambientalista local advierte: «Muchachos por favor tengan mucho cuidado con esas perforaciones…. No es joda, ustedes van a buscar agua caliente con muchísima SAL. Cualquier «error» significaría la contaminación del Acuífero Guaraní, que es donde hoy en día tomamos agua y es la fuente para nuestras generaciones futuras. Cualquier grieta o filtración resultaría una catástrofe ecológica irreparable. «
Sin llegar más lejos, permítannos desconfiar a de quienes llevan adelante un gran negocio, ya que no suele ir unido a la prudencia y a los cuidados de la naturaleza y de la gente. Y tampoco confiamos demasiado en organismos como el OPDS quien debiera estar al frente de las precauciones que deben implementarse y que por supuesto, jamás está presente. Para muestra bastan las notas que realizamos sobre los basurales y los recientes accidentes en la ruta 9.
Es el estado, por medio del área de desarrollo Humano del municipio, que debería liderar la divulgación de la información de varias fuentes diferentes, garantizando así la tranquilidad a los Ramallenses: «tienen que explicar a la gente como es el proceso de “decantación” que van a hacer porque el agua sale con SAL y CALIENTE a 38 grados aprox. Luego de ser usada su depósito final es arroyo de las hermanas de esta forma habría contaminación por la SAL y es claro contaminación térmica ya que aumenta la temperatura de los medios acuáticos o sea MATA TODO. Es un tema muy pero muy delicado y esperemos que este emprendimiento privado donde los empresarios se llenaran los bolsillos NO pongan en jaque el agua y el medio ambiente de Ramallo puesto que nuestros hijos en no menos de una década lo lamentaran y mucho.
Negar todo desarrollo en honor a la posible destrucción natural es un argumento insostenible. Desarrollarse a cualquier precio es estúpido. Y entiéndase por «estúpido» no como una agresión, sino como un diagnóstico de todos aquellos que no se interesan por saber que van a hacer con su tierra, su agua y su aire.
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