Este medio publico la nota “Lo peor es la persecución” el día martes, creyendo en la autenticidad de sus expresiones, pero no advertimos que esas acusaciones estaban sesgadas o no estaba sustentada por algún argumento, hecho o fundamento. Lo comprobamos ayer, al buscar la información al respecto. Hablamos con diferentes funcionarios y encontramos una realidad que dista mucho de lo que se denunció.
“Hacer nuestro trabajo no es perseguir”
La realidad la confirmó el área de inspecciones, que puso de manifiesto la situación de falta de autorización legal a la hora de cumplir con la habilitación del albergue, como cualquier negocio o local que recibe al público, debe cumplir. Por lo menos en el último año y medio, los responsables del albergue, según el municipio, no ha presentado los requisitos necesarios para funcionar con la debida habilitación municipal.
Omitir esta información en una acusación pública que parecía tan grave como seria, y expresar sentirse perseguido cuando deliberada y voluntariamente no se cumplen las normas, bien puede representar un enojo con el gobierno por problemas personales o politicos, o peor, puede pretender que se hagan excepciones con ella. En cualquier caso, no es persecución y tampoco existe el ambiente de hace 4 décadas, que da a entender en su denuncia. Hoy hay garantías y libertades, y la prueba de ello, es que no solo expreso lo que quiso y como quiso, sino que lo hizo a través de un medio masivo, sin mediar obstáculos ni demoras.
En una nota para Estación NBA, el actual secretario de gobierno, Fabian Mussi, diluyo la cuestión, le restó importancia y acuso recibo declarando que simplemente debe estar en regla como cualquier vecino.
No dudaríamos un segundo en hacer una defensa de cualquier perseguido político, y los micrófonos de este medio están abiertos para cualquiera que quiera expresar su situación, pero según las ordenes que esta gestión ha impuesto a los inspectores, es la de controlar hasta poner y mantener en regla a todas las actividades en todos los sectores.
La vecina es solo una víctima del sistema: debe cumplir con las exigencias de las ordenanzas como cualquier hijo de vecino. Las actuaciones que se le labraron, comprobamos que se le han realizado en forma insistente y hasta el punto de generar incomodidad a decenas de negocios y a comercios, locales de producción o hay maquinaria de trabajo, expendio de comida y bebidas, y a lugares bailables (algunos han sido clausurados), y hasta han exigido poner en regla a los clubes de Villa como de Ramallo, siendo que estas son entidades de bien público, instituciones que al igual que el resto, debe cumplir las normas.
Si bien la administración anterior nunca se detuvo a controlar absolutamente nada, cosa que hemos criticado en un sinfín de oportunidades, no podemos dejar de ser coherentes y destacar cuando esto se hace, es igual para todos, y se mantiene en el tiempo. Y en caso que así no fuera, cualquier vecino tiene este portal para expresar su denuncia si las exigencias del gobierno son extralimitadas, si hay abuso de autoridad, tanto como si se advierte mala intención o desigualdad por parte del área de inspección.
Leave a Comment