A la ahora de cuestionar el estado legal, impositivo, de cumplimiento de los inversionistas privados y el orden en general en el que debió estar la zona, Ramallo Informa nunca pudo acceder a la verdad sobre los pagos de los canones y las exigencias, situación que el Santallismo se las arregló para mantener fuera del dominio público, tal como si fueran los dueños del lugar.
El gobierno actual encontró un enorme vacío o un vergonzoso desastre.
Depende del punto de vista, evaluaciones que van desde «era el único camino posible para que esto se desarrollara» justificando que no importaba nada si como contrapartida el polo turístico se consolidaba, hasta el punto de vista opuesto que refleja una sensación vergonzosa que suena a ineptitud, desinterés, irresponsabilidad, e incluso lleva a pensar si no se permitió deliberadamente hacer cualquier cosa a los licenciatarios de las explotaciones de la zona turística. Lo cierto es que el tiempo pasó, el negocio se consolido y el Santallismo fiel a su gestión, no inspeccionó, no controló, no actualizó ni cobró los canones, incluso cuando las ganancias habían permitido recuperar las inversiones realizadas.
Evaluación actual:
La realidad es que los complejos de cabaña emplazados en terrenos públicos, en casi la mayoría de los casos, no cuentan con medidas de seguridad exigibles en la zona urbana, no tienen tratamiento de aguas residuales, muchos no han cumplido con las exigencias de desarrollo firmado en los contratos de explotación, etc. Aun así, las inversiones dieron frutos y convirtieron un arenal inaccesible tapado de arbustos y malezas, en un par de kilómetros de zona turística que le cambió la cara ramallo, y consiguió la afluencia de gente de toda la zona. Pero encaminar este despropósito impositivo que dejó Santalla, costará más de una batalla con los dueños de los complejos de cabañas.
La gestión actual:
Ir contra los empresarios e inversionistas de los complejos de cabañas, sería un error y un mal precedente. La administración actual decidió separar en tres zonas lo que Santalla había entregado a cada empresario. Por un lado está llevando adelante la negociación de los nuevos cánones de los complejos de cabañas. Por otro lado vuelve al estado local toda la zona central, que venía usándose para estacionamiento de turistas, zona hoy despejada, que seguramente serán licitadas para otras iniciativas. Y en tercer lugar se tratará en forma separada la zona de paradores.
Abuso empresarial en convivencia con el Santallismo
Tal vez lo que más llama la atención es la falta de pago del canon por parte de los concesionarios, algo en lo que no parece haberse esforzado el gobierno anterior. Pero lo que convierte a ésta situación en irritante para cualquier vecino que decide encarar un emprendimiento propio y deben enfrentar los costos de mercado y los costos fiscales como corresponde, es que ahora por fin se descubre que estos empresarios, en el caso de los que cumplían, pagaban sumas absolutamente ridículas. Los complejos de cabaña pagaban un canon de 400 $ mensuales, no por cabaña sino por todo el complejo.
Las negociaciones llevadas adelante entre el estado local y los empresarios partieron de una propuesta conjunta de los empresarios que rondaba entre los 8500$ anuales. Traducido, los empresarios ofrecieron pagar 750 $ por mes, por la concesión y explotación de cada complejo de cabañas. El gobierno local está exigiendo un canon mensual en alta temporada equivalente a 10 noches, según sea el costo en que cada complejo alquila una cabaña, y de cuatro noches en temporada baja.
En números, esto equivaldría a unos 50.000 $ anuales, entre 8500 y 10.000 en temporada alta, y 3500$ de canon en temporada baja, según la información provista por la secretaría de desarrollo local. El único complejo que hasta la semana pasada había acordado el canon era casualmente un inversor local, ubicado en la zona de la costa, frente al río, a la altura de la av. Mitre, fuera del paseo viva el rio.
Insuficiente. En números.
Si bien esta suma no es proporcionalmente la más adecuada, ya que no todos los complejos cuentan con la misma cantidad de Cabañas, es un principio de acuerdo aceptable comparado con el canon del Santallismo. Los complejos de Cabañas del paseo viva el río, hasta la semana pasada no habían llegado a un acuerdo.
¿Cuánto debería pagar en temporada alta el complejo PORTO FINO? Con aproximadamente 15 cabañas que colman su capacidad en verano y fines de semana largo, y con un costo aproximado para 4 a 5 turistas, es de 3200$ por noche. Este concesionario pagara aproximadamente 10 mil pesos por mes, en verano y 4000$ en invierno, según el estado actual de las negociaciones. El alquiler pretendido por el gobierno de Poletti de 10 noches, no estaría ni cerca de concretarse.
Otro ejemplo es PUNTA RAMALLO, que cuenta con varios «dormis», una inversión mucho más baja ya que son habitaciones con baños, contiguas, separadas por paredes, a diferencia de las cabañas que cada una es una unidad independiente con todos los servicios incluyendo habitaciones, baños, cocinas y parrilleros propios. En este complejo el costo es de 2600$ por noche para dos personas, en fin de semana largo. Aquí tampoco alcanza a cubrir las 10 noches que en principio pretendía el gobierno local, si el acuerdo prospera con un canon de 10mil pesos por mes en verano y 4000 en invierno.
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