Hicieron lío y mandaron a más de uno al frente. Desde hace un tiempo a esta parte los vecinos de San Nicolás cansados de un monopolio que, con complicidad política no hace otra cosa que meterle las manos en los bolsillos, murmuran por lo bajo su indignación ante este flagrante hecho. Los que en lugar de murmurar salen a hacer “lío” y a dejar en evidencia a los concejales nicoleños del Frente para la Victoria y del Frente Renovador son los estudiantes secundarios que se movilizan con el solo objetivo de evitar semejante estafa. Esta empresa en Ramallo es dueña del 51% de la línea 500 y además es la concesionaria de la 342 que une Ramallo con San Nicolás y que desde que está en manos de estos empresarios no deja de aumentar. ¿No es hora de que los ramallenses tomemos el ejemplo…
Los centros de estudiantes de la Escuela Técnica N° 2, la Media N° 3 y alumnos de otras escuelas nicoleñas unidos en el denominado Movimiento de Unidad Secundaria (MUS) hace varias semanas que marchan por las calles de la ciudad de María diciéndole “No al aumento de boleto, sí a la S.U.B.E”. La semana pasada parte del bloque del Frente para la Victoria y del Frente Renovador votaron el aumento pretendido por la prestataria del servicio Vercelli, que monopoliza el transporte público en San Nicolás, haciendo oídos sordos a los reclamos de los estudiantes a quienes acusan de ser utilizados políticamente en este año electoral. Los concejales que aseveran eso, ¿se olvidan de que el año pasado no fue electoral y que estos mismos chicos, mediante repetidas marchas, lograron que el boleto estudiantil no se toque? ¿O realizan este tipo de difamaciones para evitar que se focalice en que ellos con la aprobación al aumento en lugar de defender los intereses de los nicoleños solo representan los intereses de una empresa monopólica?
En la sesión en la que los ediles votaron por mayoría el aumento, Onchalo, quien votó en contra, fundamentó diciendo que para el cálculo de un valor que luego incide directamente en el costo del boleto, la Empresa Vercelli multiplica los valores cuando en realidad y, según la fórmula, debe dividir. Ese «error» eleva tremendamente el costo del boleto. Según este cálculo y haciéndose correctamente, el Concejal Onchalo aseveró que en la actualidad el boleto debería costar $4 y no $5.90 como cuesta.
Por otra parte, en el recinto legislativo, luego de haberse consumado la puesta en escena de los concejales, llamó la atención la reacción de Fernandez Viñas, uno de los que votó a favor del aumento, quien ante el enojo de un vecino por la situación, en lugar de explicarle el fundamento de su decisión lo chicaneó diciendo “Tagtagi, ganá una elección y después hablá”. El hombre, ofuscado ante semejante falta de respeto, se palmeó el bolsillo y soltó: “debe ser grande el cheque de Vercelli, ¿eeeh?”.
El último miércoles 29 de abril al mediodía, los estudiantes volvieron a movilizarse. Esta vez lo hicieron en la municipalidad de San Nicolás, donde intentaron dejar un petitorio en el que solicitan al intendente que vete el aumento, pero se encontraron con que los funcionarios passaglistas no quisieron recibir la nota por lo que, en asamblea, decidieron volver a movilizarse la semana próxima.
Hay voces que intentan desanimar a los jóvenes en esta lucha que desde hace tiempo han emprendido alegando que son utilizados políticamente o planteando que más allá de las movilizaciones que realizaron no lograron su objetivo. Sin embargo, estos chicos ¿no dejaron en evidencia a los concejales que en lugar de defender los intereses de toda una comunidad defiende solo los de un sector? ¿No dejaron en evidencia a una empresa monopólica que no entiende que el transporte público es un derecho y no un negocio?
¿No le enseñaron a los nicoleños que en lugar de murmurar por lo bajo hay que gritar ante este tipo de injusticias?
Por Miguel Nievas.
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