Abusos policiales: ¿Qué paso con los mecanismos de control?

Por Editor 21







El accionar policial está bajo la mira ante las reiteradas denuncias de abusos y maltratos. En Ramallo, desde el 2016, existían mecanismos municipales de control ciudadano para prevenir la violencia institucional, pero este último tiempo han quedado desarticulados.

La última semana se volvió a denunciar a la policía de la provincia de Buenos Aires por abusos, golpes y discriminación homofóbica. Esta vez la victima hizo la denuncia en la Ayudantía Fiscal y la Comisaria Segunda de Villa Ramallo fue allanada para constatar los hechos.

En los últimos meses el maltrato policial se hizo moneda corriente en las calles de Ramallo. Muchos jóvenes han testimoniado que los controles policiales muestran la verdadera cara del abuso policial: golpes, insultos, amenazas y discriminación, son ítems que se repiten en los testimonios. Las víctimas se repiten también: los jóvenes son sus preferidos, de bajos recursos mejor.

A la violencia verbal y física se le suma la estigmatización permanente que las fuerzas policiales ejercen sobre este sector de la sociedad.

Pero el estado municipal cuenta con herramientas de control para prevenir este tipo de hechos. En el año 2016, el por entonces concejal Luis Onofri, presentó un proyecto donde se creaba en el ámbito municipal el Concejo Municipal de Control de la Violencia Institucional.

Este concejo tenía como objetivo general la prevención de la violencia institucional, entendiendo por tal la desarrollada por el organismo estatal. Perseguía los malos tratos en todas sus formas: tortura, violencia de género, violencia hacia personas con discapacidades diferentes y hechos de discriminación racial, religiosa, etaria y de toda índole.

Como objetivo específico ejercía un control ciudadano sobre las fuerzas de seguridad, además del monitoreo de los lugares de detención y de llevar un registro de casos de violencia institucional y protección de las víctimas.

Lamentablemente este concejo se conformó una sola vez, en su inicio, pero una vez vencidos los plazos de permanencia de sus miembros (2 años), quedo desierto. Hoy Ramallo presenta hechos de violencia en todos sus estamentos, quedando las victimas desprotegidas y desamparadas ante sus victimarios. Estos últimos meses son ejemplo de ello, donde las fuerzas de seguridad están siendo cuestionadas en su accionar, contra los jóvenes de nuestra localidad.





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