El año pasado hubo casi 13 mil expedientes por estafas en la provincia de Buenos Aires, un 50% más que en 2017. Las familias y los jubilados son las víctimas predilectas.
El Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires informó un incremento anual en casi todos los rubros del delito: robo simple (+17,2%), a mano armada (+3,8%), hurto (+30%) y el abuso con acceso carnal (+15,6%) crecieron pero no tanto como la estafa del engaño: un 55%.
En términos de castigo, la posibilidad de quedar privado de la libertad “encarece” (en términos delictivos) el salir a robar a la calle. Sin embargo, estafar a alguien, de acuerdo al art. 172 del Código Procesal Penal, tiene apenas de un mes a 6 años de encierro y es potencialmente excarcelable, según indica un artículo periodístico de Infobae.
Hay formas y formas de estafar, algunas más elaboradas, con un marco lícito, frentes legales para hacer cosas presuntamente sucias: planes de viviendas, call centers con “lloronas” y secuestros virtuales, créditos truchos, planes de ahorro de vehículos con gastos administrativos justificados por la entrega de las unidades, son solo algunas de las tretas más elegidas por los delincuentes.
El PAMI y el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrecieron talleres a abuelos mayores para no caer en la trampa ya que son los más buscados.
