Si bien la nocturnidad de Ramallo suele ser pacífica y sin mayores sobresaltos, ayer domingo por la noche, se vivieron algunos sucesos que alteraron el orden de la vía pública.
A un año del decreto de la cuarentena obligatoria en Argentina, el relajamiento de la comunidad es claro y se vuelve más notorio en jóvenes que buscan divertirse, ya no en fiestas “clandestinas”, sino en espacios privados con entrada, barra de bebidas, DJ’s en vivo.
La costa del río Paraná es el lugar preferido de estos jóvenes, sobre todo el parador Playa Blanca que ofrece un evento los domingos por la tarde. El día de ayer, luego de que la camioneta de la Municipalidad se haga presente, el evento finalizó alrededor de las 23.30 hs, provocando así la salida de cientos de personas que coparon las calles, todos a la vez y sin ningún tipo de ordenamiento por parte de nadie.
En una ecuación peligrosa, donde sumamos alcohol, vehículos, jóvenes temerarios, ausencia de seguridad pública o privada y alguna que otra sustancia, el resultado puede ser difícil de controlar, pero fácil de prever.
En la plaza del estibador, en las calles San Lorenzo y Gomendio, aproximadamente 25 personas empezaron a golpearse en lo que se asimilaba a una batalla campal. Todo esto ocurría a media cuadra del destacamento de Prefectura. Sin medir consecuencias, piñas y patadas volaban por todo el lugar.
Una mala sincronización de la la Secretaria de Seguridad con las fuerzas de seguridad (policía y prefectura), pueden provocar incidentes como estos, donde por cuestiones de azar, no estamos lamentando víctimas.