El caso que mantuvo en vilo a la comunidad de Villa Ramallo ha tomado un giro sorprendente, con la justicia procediendo al sobreseimiento de Antonio Luna, quien había estado bajo sospecha durante cinco años en relación con la trágica muerte de la oficial de policía Johana Rojas en 2018. El esperado juicio por jurados, programado para los días 7 y 8 de agosto, fue suspendido después de que la fiscal retirara la acusación contra Luna, quien había vivido bajo arresto domiciliario durante todo ese tiempo.
La decisión de la fiscal se fundamentó en la ausencia de pruebas que respaldaran la participación de Luna en el incidente. La jueza Belén Ocáriz, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1, llevó a cabo el sobreseimiento tras la retirada de la acusación.
El Defensor Oficial, Dr. Pablo Prati, resaltó la detención y la restricción de libertad de Luna durante cinco años basadas en “presunciones sin pruebas”, y señaló que evidencia científica posterior demostró que el arma utilizada en la muerte de Johana Rojas fue disparada por la propia víctima.
La historia de Antonio Luna, quien clamó su inocencia desde el principio, se ha caracterizado por cinco años de confinamiento, primero en prisión y luego bajo arresto domiciliario. El proceso judicial suspendido llegó después de un prolongado período de incertidumbre y dificultades.
Este sorprendente giro se debe a la labor de los peritos involucrados en la investigación, liderados por el Comisario Inspector Retirado Sergio Daniele. La evidencia científica que emergió días antes del juicio confirmó que Johana Rojas fue la responsable de su propia muerte, lo que llevó a la fiscal a retirar la acusación contra Antonio Luna.
Este punto de inflexión en el caso pone fin a una verdadera odisea legal, Luna podrá regresar a sus rutinas con la sombra de la sospecha finalmente levantada según la justicia.
