Ayer adelantábamos que la muerte de Aquiles Castañarez estaba bajo investigación por un posible homicidio. Con el avance del caso, esa hipótesis tomó forma. El joven de 33 años fue hallado sin vida en su casa de Frers al 320, en un escenario que los investigadores consideran macabro. Su cuerpo, tendido sobre una mesa, envuelto en un colchón y con aparentes signos de haber sido atacado, fue trasladado a San Nicolás para la autopsia, programada para este martes.
El incendio registrado en la vivienda tampoco parece haber sido accidental. Según las primeras observaciones, el fuego se habría iniciado únicamente en la zona donde yacía el cuerpo de Castañarez. Sin embargo, lo que más llama la atención de los peritos es que los propios agresores habrían apagado las llamas antes de abandonar la escena.
La reconstrucción inicial de los hechos sugiere que los delincuentes habrían ingresado a la vivienda tras desoldar una ventana de policarbonato para acceder por el garaje. Una vez adentro, se habría producido un enfrentamiento con la víctima, quien presentaba indicios de forcejeo. No se descarta que haya sido asesinado antes de que se desatara el foco ígneo.
Como parte del escape, los responsables huyeron en el Toyota Etios blanco de Castañarez. Según las cámaras de seguridad analizadas, tomaron dirección hacia Rivadavia, luego Urraco y, finalmente, abandonaron el vehículo incendiado en la zona del Fonavi II.
La investigación sigue en curso y los peritos trabajan en la revisión de imágenes de cámaras privadas para identificar a los responsables, quienes se estima que fueron al menos dos o tres. Mientras tanto, el resultado de la autopsia será clave para determinar las verdaderas causas de la muerte del joven, quien vivía solo en la casa donde creció junto a su familia.
Fuente: “La Opinión San Pedro”