Comienzan a tomar fuerza los movimientos de cara a las elecciones. En las precandidaturas hacia el próximo gobierno municipal, los candidatos más visibles, Perié, Poletti y Stebano, vieron un cambio de escenario al irrumpir una ampliación en la oferta de candidatos.
Por un lado, y tal vez el más ruidoso, el passaglismo nicoleño, se tiró de cabeza en busca de la conquista de nuestro municipio, con la intención de disputarle el espacio al actual intendente Perié.
En los últimos meses, una vecinal formada por profesionales independientes apareció en el espectro, con el Dr Emilio Otero y Germán Iribarrias como las figuras más conocidas y que concentró a un grupo de independientes, quienes no competirán en ninguna interna de los partidos más importantes, sino que solo tendrán representación local.
Para esto, aún falta confirmar si el radicalismo tendrá su propia línea interna, la cual también jugaría dentro del espacio oficialista.
El movimiento “La Libertad Avanza” fundado por Javier Milei, ya está conformando lista a nivel local, quien podría sorprender con concejales que no vienen de la política tradicional, si se refleja a nivel local, la tracción que se viene observando a nivel nacional, basada en el votante “hartazgo” como en la aceptación del electorado más joven.
Pero la principal disputa se planteó, dadas las diferencias entre los intendentes de nuestro partido y el Nicoleño, en el espacio de Juntos por el Cambio, donde los Passaglia parecen decididos a dar una lucha que podría tornarse sangrienta, en el seno del mismo partido, del Pro, a nivel local, y de la cual ninguno saldría ileso.
Desde el Passaglismo dicen “no buscan ir contra perie”, y más allá de la buena intención de pretender no pelear, esta declaración carece de verdad ya que apuntan al mismo electorado e incluso está, por lo menos inicialmente, conformado con ex-colaboradores del Intendente Perié, que de pronto salieron a ofrecerse para dar cuerpo al proyecto de Passaglia de ampliar su zona de poder.
Los votos a Passaglia no vendrán del justicialismo. El peronismo, de una punta a otra, no le perdona el pase de filas de Passaglia, del justicialismo a Juntos por el cambio, por pura conveniencia económica. Es en los votantes independientes o en los de JxC, donde Pasaglia tiene un margen de posibilidad.
Aunque Pasaglia tiene intenciones con Ramallo desde hace años, lo cierto es que casi al borde de las internas, aún no tiene cuadros políticos de peso, ni una estructura sólida.
No es nuevo advertir que las decisiones de los intendentes en funciones, dejan heridos a elementos de las filas propias, que suelen convertirse en problemas políticos. Esto se observó claramente con los últimos intendentes. Perie formó un gobierno más amplio, y algunos desplazados son las actuales punta de lanza de la estrategia de Pasaglia. Igualmente, todo se está haciendo sobre la marcha, con los pocos nombres locales que aún no se animan a declararse como los apóstoles de un movimiento nacido en los intereses de otro municipio.
Están quienes creen que los vecinos son conservadores y jamás dejarían que vengan desde San Nicolás a gobernarnos, lo cual es bastante lógico, ya que entregar la soberanía de las ventajas industriales, de tierras y río, de radicación de empresas y de tasas impositivas que percibe ramallo, a un municipio lindero, no suena, en principio, como buen negocio para los ramallenses. Mientras otros opinan que es momento adecuado, ya que hay mucha desilusión local por vivir ante un contínuo cambio de caras que se suceden, y la misma situación: un ramallo estancado en su propia lentitud de reacción.
El actual, como el anterior gobierno, han carecido de una política de comunicación eficaz, que muestre los avances concretos que sí se han producido, y que sistemáticamente pasan desapercibidos y ocultados por las demandas propias del día a día. Esta ausencia de información de nuestras autoridades, sobre las soluciones y/o la labor de los últimos gobiernos de Ramallo, beneficia al passaglismo que ha sabido mostrarse deslumbrante, incluso con más eficacia de lo que los números y los hechos muestran en la realidad. Su visible conquista en la obra pública tapa los desastrosos números en materia de seguridad, altas tasas, desatención de sectores y localidades, marginalidad y desigualdad, entre otros.
Ojalá esta fuera una nota con final cerrado, pero es solo el punto de partida, el principio de una serie de datos, de análisis, de cuestionamientos que deberemos desmenuzar y entender para decidir con cuidado, ya que nuestro futuro directo, nuestros bolsillos, la posibilidad de estudiar de nuestros jóvenes, de nuevos puestos de trabajos (o no), de mas o menos impuestos, de mejores o peores caminos, de nuestra seguridad, entre tantos otros aspectos, dependen solo de la boleta que elijamos meter en el sobre, al momento de elegir.
