San Pedro-Facundo Gómez, de 26 años, está imputado por homicidio agravado por su condición de miembro de las fuerzas de seguridad, lo que implica la pena máxima prevista en el Código Penal. El efectivo policial está alojado en Ramallo, luego de que el juez de Garantías ordenara que permanezca detenido. El fiscal de Baradero Hernán Granda se hace cargo de la causa y buscará investigar si el arma que hallaron junto al cuerpo de Luna era de él o «se la plantaron».
El fiscal Hernán Granda, titular de la UFI 8 de Baradero, retomó sus funciones este lunes y se hizo cargo de la causa que investiga la muerte de Ángel Luna, el joven de 26 años que fue abatido por la policía durante una intervención en el barrio San Miguel el viernes pasado.
Por el caso está detenido el efectivo policial Facundo Gómez, también de 26 años, quien fue alojado en una comisaría de Ramallo luego de que el juez de Garantías ordenara que permanezca detenido mientras se desarrolla la investigación.
Gómez está imputado por homicidio agravado por su condición de miembro de las fuerzas de seguridad, un delito que tiene como pena la prisión perpetua, según lo que establece el Código Penal argentino.
El policía relató su versión de los hechos ante el fiscal Vicente Gómez, que subrogó a Granda durante el tiempo que duró su licencia por vacaciones. En su declaración indagatoria, el efectivo se responsabilizó por el disparo que mató a Luna.
La causa pasó a Granda porque así está determinado por la Procuración general provincial: los hechos que involucran a efectivos policiales en San Pedro se investigan en Baradero y viceversa.
La tarea del fiscal será ahora, con los elementos de prueba recolectados por Marcelo Manso y con los que él reúna en las próximas semanas, puesto que tiene 15 días, prorrogables por otros 15, para resolver si solicita la prisión preventiva del policía.
El caso tiene dos versiones distintas y le tocará al fiscal Granda la tarea de dilucidar cuál de las dos es la que se corresponde con lo que sucedió el viernes por la madrugada en la vivienda de la familia de Ángel Luna, ubicada en Alvarado al 1300, en el barrio San Miguel.
Al lado del cuerpo sin vida de Luna fue hallado un revólver calibre 38. La versión policial señala que el joven portaba esa arma y que apuntó a los efectivos, por lo que dispararon. La famila del joven aseguran que nunca había portado un arma y que no sabía manejarlas.
El hecho ocurrió el viernes por la madrugada, luego de que Ángel Luna mantuviera una pelea con otros jóvenes del barrio con los que compartía bebidas en inmediaciones de la casa de su familia, en la que no sólo no vivía sino que además tenía una restricción perimetral.
Perseguido por los jóvenes con los que se había peleado, buscó refugio en el patio que comparten las viviendas de su madre y de su hermana. Como desde afuera tiraban piedras, la familia llamó a la policía, que ingresó al inmueble a buscar a Luna.
El padrastro estaba afuera, intentando contener la situación y escuchó un disparo. La policía salió del patio, que da a un baldío en el que yacía el cuerpo sin vida de Luna, pero nadie le informó a los familiares acerca de lo sucedido.
La autopsia reveló que Ángel Luna murió por el impacto de los perdigones de un cartucho de postas de goma disparado por el policía Facundo Gómez a corta distancia, que le dio en el pecho. Su muerte se produjo de inmediato.