En Ramallo conviven dos especies de alacranes: el Bothriurus Bonariensis, que no es venenoso, y el Tityus Carrilloi, que sí representa un riesgo sanitario. Ante una picadura de este último, es crucial acudir rápidamente a un centro médico para evitar complicaciones.
Para prevenir su ingreso al hogar, es recomendable instalar telas mosquiteras, burletes en las puertas y rejillas sanitarias en los desagües. Además, mantener el perímetro de la casa limpio, con el pasto corto y sin acumulación de escombros o materiales en desuso, ayuda a evitar que los alacranes encuentren refugio.
En el interior, es fundamental sacudir las sábanas, ropa y calzado antes de usarlos y mantener las camas alejadas de las paredes. Como precaución adicional, en la noche es aconsejable calzarse y encender la luz si es necesario levantarse. Estas simples acciones son clave para prevenir accidentes en la región.
