La hipertensión arterial (HTA) afecta a más de mil millones de personas en el mundo, siendo una condición que muchas veces pasa desapercibida debido a su naturaleza asintomática. Esta enfermedad es una de las principales causas de problemas cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares. La prevención y detección temprana son esenciales para evitar complicaciones graves.
El diagnóstico de la hipertensión requiere múltiples mediciones en diferentes momentos para confirmarlo. La presión arterial considerada normal varía dependiendo de la edad, pero generalmente no debe superar los 140/90 mmHg. La Asociación Americana del Corazón define la hipertensión a partir de estos valores o superiores.
Para prevenir la HTA, se destaca la importancia de adoptar hábitos saludables: realizar chequeos médicos periódicos, mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol, controlar el estrés y seguir el tratamiento médico cuando se tiene alguna condición de riesgo. Estos cambios en el estilo de vida ayudan a controlar factores de riesgo como la obesidad, el colesterol y el sedentarismo.
El control de la presión arterial es vital para la salud integral, ya que previene enfermedades cardíacas, protege órganos como el cerebro y los riñones, y mejora la calidad de vida. Enfatizando que el enfoque preventivo y el manejo adecuado de las condiciones de riesgo pueden prolongar la vida y mejorar su calidad.