Acceso al puente de Ruta 9 y 51: desidia potencialmente criminal

Por GABY




La intersección entre la Ruta Nacional 9 y la Ruta Provincial 51, en el partido de Ramallo, se ha convertido en un punto crítico para el tránsito vehicular debido al avanzado deterioro del puente y sus accesos. La falta de mantenimiento ha generado un enorme bache que no es solo una irregularidad más en el asfalto: es un peligro real y concreto que puede provocar accidentes de gravedad, poniendo en riesgo vidas humanas.
Las imágenes del lugar hablan por sí solas y llegan a nuestra redacción a diario. No se trata de un desperfecto menor, sino de un agujero profundo y peligroso donde cualquier conductor desprevenido podría perder el control del vehículo, con consecuencias fatales. Si esto no cambia, no se trata de si habrá otro accidente, sino de cuando.

La inacción pronto será criminal.

Una ruta provincial atraviesa a una ruta nacional, privatizada. Por lo menos hay 3 responsables visibles antes de que la responsabilidad alcance al municipio de Ramallo, pero al igual que en muchos otros casos, no es posible esperar los tiempos de la burocracia o la insensibilidad de gobiernos nacionales y provinciales. El municipio debe velar por nuestra seguridad, con independencia de su responsabilidad legal.
En noviembre de 2024, la Secretaría de Obras Públicas de Ramallo realizó una intervención en el puente para reparar un bache, aunque destacó que se trataba de una medida paliativa. El secretario Leandro Torri señaló en ese momento que, a pesar de reiterados pedidos a Vialidad Nacional, no se había obtenido respuesta. Sin embargo, la solución aplicada resultó insuficiente y el deterioro continuó agravándose.
En enero de 2025, el intendente de Ramallo, Mauro Poletti, elevó un reclamo al gobierno nacional para la reparación de las colectoras y el puente en cuestión. No obstante, los pedidos no se tradujeron en acciones concretas y, hasta el momento, la estructura sigue presentando un peligro inminente.
Pasó, y volverá a suceder
La falta de respuestas por parte de las autoridades ha tenido consecuencias reales. En octubre de 2024, un grave accidente ocurrió en la intersección de las rutas 9 y 51, cuando una pareja perdió el control de su vehículo al caer en uno de los varios baches y desniveles del acceso.
Lo cierto es que, respecto a las autoridades municipales, no pueden permanecer inactivas ni limitarse a señalar a otros organismos, aun teniendo razón. Es imperativo que se gestione una solución con urgencia mientras se gestionan arreglos permanentes. Hasta que esto suceda, se recomienda a los conductores circular con extrema precaución por la zona, ya que no es uno sino varios cráteres que obstaculizan los accesos, y peor aún en días de lluvia cuando ni siquiera son visibles.




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