Madrugada de furia sin motivo. Domingo, 6:30 hs. Los disparos de armas antidisturbios con perdigones de goma, resuenan en el centro de Ramallo, junto a insultos y piedrazos. Las fuerzas policiales intentan y logran poner orden al desmadre de un grupo de violentos que no entienden razones. A la vez, las voces empiezan a resonar en redes a favor y en contra.
Ante denuncias de vecinos, la policía local asiste al lugar. Luego de intensificar los intentos por disolver pacíficamente los disturbios ocasionados por un grupo de personas que alteraban el orden público en la intersección de Av. Mitre y Eva Perón, lleva adelante una acción más enérgica para disuadir la agresión del alterado grupo callejero.
Tras comprobar que los agresores se tornaban cada vez más violentos ante el intento de pacificación de las fuerzas de seguridad, y luego de haberse iniciando una lluvia de piedras y baldosas contra los efectivos y causando daños en los vehículos policiales, y a su vez destruyendo las veredas de la zona, los efectivos se enfrentaron en una gresca.
El resultado: dos mujeres, un varón mayor de edad, y un menor, todos detenidos y liberados según el CPP. Ningún daño físico. El Dr. Georgetti caratuló la causa como «Atentado y Resistencia a la Autoridad – Daños Agravado a Bienes Institucionales / Infracción al artículo 24.449-CF». El menor fue restituido a un mayor responsable, mientras que los mayores de edad recuperaron la libertad bajo el Art 161 CPP. En el momento, se secuestró una moto sin papeles.
Incluso un niño se encontraba en los disturbios. Los vecinos manifiestan que llevan semanas dando avisos de estas molestias callejeras a la policía, y remarcaron su satisfacción con el accionar de las fuerzas públicas el día domingo.
Otros, sin embargo, se manifestaron en contra de lo que califican como “agresión policial”. Esto motiva preguntarse ¿Qué se supone que debe hacer la policía en estos casos? ¿nada?; ¿disuadir pacíficamente, y si no resulta? ¿dar rienda suelta a la libertad y derechos de los violentos para hacer lo que quieran?; ¿o esperan convertir el accionar de las fuerzas del orden en sesiones de terapia ante casos callejeros de violencia?
Las imágenes captadas, los reclamos de vecinos, y quienes han pasado por el centro local durante el verano a altas horas de la madrugada, han podido ver grupos muy dispuestos a enfrentar a la policía (quien por miedo a represalias generalmente no actúan) mientras estos grupos cometen destrozos, disturbios o peor, hechos que muchas veces ni son denunciados.
Es necesario acostumbrarnos a que vivimos en un estado de derecho y que la policía tiene una función que debemos respetar, guste o no, incluido el secuestro de motos sin papeles, detener disturbios, solicitar documentación, mantener el orden cuando este es alterado por quien sea, e incluso detener individuos.