Aguantar el ajuste: sin subvención, ni becas, el Instituto sigue dando pelea

Por Ramallo Informa







La situación de la quita de las becas Progresar a los estudiantes del Instituto Ramallo destapó un cuadro de situación aún más complejo: el ajuste que se viene haciendo en educación.

En esta oportunidad fueron los alumnos quienes sintieron el “ajuste”, directamente recortando el beneficio de las becas, por una decisión del Ministerio de Educación del Gobierno de Mauricio Macri. Pero, como antesala de esta situación angustiante, el Instituto Ramallo ya había sido víctima del recorte: la quita de subvenciones y el aumento de tarifas complejiza cada vez más el funcionamiento de la institución.

Las autoridades del Instituto redoblan esfuerzos para mantener la oferta académica año tras año, esta vez ante un panorama negro: la decisión de la Dirección General de Educación de Gestión Privada (DIEGEP) de recortar las subvenciones a las instituciones de gestión privada, llevo a que esos gastos corran por cuenta de las entidades educativas, haciendo que con los pocos recursos que administran se hagan cargo del mantenimiento de las carreras.

El Instituto Ramallo no solo debe hacerse cargo de la mantención de las instalaciones, de abonar sueldos, de afrontar las obligaciones de los servicios de luz y gas, sino que además generar recursos para saldar la quita de fondos que estableció el gobierno de Vidal.

Chau a las Becas Progresar

El Ministerio de Educación de la Nación tomó la decisión de quitar las becas a los estudiantes de escuelas privadas. Desde el Instituto Ramallo recepcionaron las denuncias de los estudiantes, y se pusieron al hombro las gestiones para revertir la situación, pero con magros resultados.

Desde el Ministerio se negaron en rever la situación, y desde Ansses no aportaron ningún tipo de interés de resolver el conflicto. En medio, una gran cantidad de alumnos se quedó sin el beneficio, con la incertidumbre de continuar con los estudios.

De todas formas, desde el Instituto Ramallo existe el compromiso de que ningún alumno abandone la carrera, es cierto que es un esfuerzo que hace la institución al servicio de la formación de los futuros docentes.

Aguantar el ajuste

En la actualidad, las cuentas del Instituto Ramallo dan negativas. El interés de la institución en mantener las carreras es la motivación de seguir apostando a la formación de los futuros educadores.

Pero la realidad marca que la situación tiende a empeorar: primero con la quita de subvenciones, luego con la negación de las becas. Esta situación pone de relieve un problema mayor: el desinterés de las autoridades provinciales en invertir en educación y en la formación docente.

La intención de las autoridades del Instituto Ramallo de seguir sumando ofertas académicas a la comunidad es destacable, aun ante este panorama hostil. El sostenimiento del prestigio que goza la institución, remarca el compromiso con la educación y la formación de futuros educadores.

El panorama no es favorable: el ajuste se agudiza, los fondos continúan recortándose y los aumentos ahogan, pero la voluntad de las autoridades es para remarcar, ante la adversidad el continuo esfuerzo por seguir manteniendo una formación de calidad y variedad, hablan del trabajo denodado que realizan los directivos, docentes y auxiliares por sostener una institución que apuesta al desarrollo de Ramallo.





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