El intendente Mauro Poletti se solidarizó con los trabajadores despedidos de la empresa Bio Ramallo, y se acercó al acampe que están realizando para garantizar que la policía no comience el desalojo del lugar.
Poletti sostuvo que “estamos ante la presencia de un conflicto gremial, donde el Ministerio de Trabajo provincial está ausente y no resuelve el conflicto. La solución es con palos, desalojar la calle a cualquier precio. Pero el estado es el que tiene que resolver este conflicto”.
“Vengo con dos objetivos, solidarizarme con los trabajadores y hacer visible esta situación. Hay una fiscal que quiere que se libere la calle a como sea. La responsabilidad de que aquí salga algún trabajador golpeado es de la fiscal María Belén Baños, de la UFI N°3. Hay muchas presiones desde la justicia para que se desaloje la calle a como sea. Se preocupan por los intereses de los empresarios, y poco por las 28 familias de Ramallo”, denuncio Poletti.