El 22 de noviembre, Argentina conmemora la belleza y simbolismo del ceibo, nuestra Flor Nacional
Cada año, el 22 de noviembre marca una celebración especial en Argentina: el Día de la Flor Nacional, una festividad dedicada al imponente ceibo. Esta distinción fue establecida por el Poder Ejecutivo en diciembre de 1942, tras una encuesta que involucró a 20 mil personas y destacó al ceibo como el emblema floral más representativo del país.
El Ceibo: Emblema de Nuestra Tierra y Agua:
Originario de América, el ceibo encuentra su hogar a orillas de cursos de agua, como el Paraná y el Río de la Plata, destacándose por su imponente presencia y llamativas flores. Con pétalos de seis a 10 centímetros de longitud y una textura distintiva, esta flor no solo adorna la naturaleza, sino que también se utiliza en la tintura de telas. Sus meses de floración, de octubre a abril, coinciden con la primavera y el verano, simbolizando el renacer constante en Argentina.
La Leyenda de Anahí y el Ceibo:
La tradición oral guaraní teje una cautivadora leyenda alrededor del ceibo. Anahí, una niña cuyo canto llenaba la selva, vio su alegría silenciada por las armas de un ejército invasor. A pesar de luchar valientemente, fue condenada a morir en la hoguera. En un giro sorprendente, mientras ardía en llamas, su cuerpo se transformó en un manojo de flores rojas, una despedida conmovedora a su tierra.
El Día de la Flor Nacional no solo rinde homenaje a la belleza del ceibo, sino que también celebra la rica historia cultural y natural de Argentina, recordándonos la importancia de preservar y apreciar nuestra herencia floral única.