Cada 2 de agosto se conmemora en Argentina el Día del Trabajador Gastronómico y Hotelero, una fecha que rinde homenaje a los profesionales que forman parte de la industria del turismo, la hotelería y la gastronomía en todo el país. Esta jornada festiva tiene sus raíces en un importante acontecimiento gremial ocurrido en 1948, cuando se constituyó la Federación Obrera Argentina de la Industria Hotelera (FOAIH), marcando el inicio de una organización sindical unificada para estos trabajadores.
La creación de la FOAIH fue el resultado de un proceso de sindicalización que comenzó a principios del siglo XX, cuando los trabajadores de diferentes ramas de la hotelería y la gastronomía empezaron a agruparse en sindicatos específicos. Esta estructura gremial permitió que los empleados de sectores como la cocina, el servicio de mozos, las mucamas, y los barman pudieran organizarse y luchar por sus derechos laborales.
La fecha del 2 de agosto se convirtió así en un símbolo de la unidad y la organización de los trabajadores gastronómicos y hoteleros de Argentina. A lo largo de los años, el gremio ha experimentado varios cambios, incluyendo una transformación jurídica en 1955, cuando la FOAIH se convirtió en la Unión de Trabajadores Gastronómicos de la República Argentina (UTGRA). Más tarde, en 2004, y debido al crecimiento del sector turístico, la organización amplió su alcance y pasó a llamarse Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA).
Para celebrar este día, en diversas provincias del país se organizan eventos especiales, que van desde la elaboración de comidas típicas como el locro, hasta competencias entre mozos que demuestran su habilidad para mantener el equilibrio al llevar bandejas durante carreras. Estas actividades no solo destacan la destreza de los trabajadores, sino que también fortalecen el sentido de comunidad y camaradería entre quienes forman parte de esta vital industria.
El Día del Trabajador Gastronómico no solo es una ocasión para festejar, sino también para recordar la importancia de la organización sindical en la mejora de las condiciones laborales y en la defensa de los derechos de quienes trabajan en el sector. La vocación gremial de estos trabajadores ha sido clave para su reconocimiento y para la evolución de una industria que continúa siendo fundamental para la economía y la cultura de Argentina.