La situación de pandemia obligó al sistema educativo argentino a implementar el uso de la tecnología en el aula y ante este contexto como único medio para hacer llegar el conocimiento a los chicos. Te contamos algunas experiencias de madres que envían a sus hijos a instituciones del partido de ramallo.
Desde esta redacción hemos entrevistado a diferentes mamás que durante este tiempo han transcurrido este período de escolarización junto a sus hijos y en sus casas.Sobre cómo se vivió este proceso ellos nos contaban lo siguiente:
Maryflor, Ramallo:
“Fue algo novedoso que nos tocó vivir y para mí fue una experiencia muy gratificante y linda porque a veces no nos detenemos a pensar y ver qué es lo que estamos haciendo bien o mal con los niños y esto nos permitió identificar cuáles son sus debilidades y poder atacarlas. Con respecto a la parte educativa siento que los profesores han hecho un esfuerzo sobrehumano, y nosotros también como padres, sobre todo en la parte tecnológica”.
Pilar, Ramallo:
“Como mamá, cuento que en esta casa tenemos cinco hijos y de todos los niveles educativos: primario, secundario y universidad. En un primer momento, durante los primeros días de aislamiento se vivió una especie de euforia porque todo iba a estar bien y pronto todo pasaría, pero luego con el transcurso del tiempo eso fue decayendo y hubo que reinventarse. Los papás trabajando, al menos en esta casa, continuamos trabajando y con todos las actividades escolares. Los docentes, todos los que tengo la oportunidad de conocer, han hecho un gran trabajo sobre todo en sostener. Por ejemplo, uno de mis hijos, ingresó este año a primero de secundaria y la verdad es que los profesores no han podido tener el tiempo de conocerlos personalmente y han hecho un gran trabajo desde la virtualidad, que es súper valorable. Los nenes de jardín, establecer el contacto desde WhatsApp con una criaturita de 3 y 5 años es tan difícil y han logrado reinventarse. Primaria también ha hecho un gran trabajo con esto de los videos y tratar de llegar porque no es solo enviarle las actividad en formato papel y que el papá imprima la actividad, necesita toda una orientación para la cual no estábamos preparados y creo que esto reivindica el espacio escolar y la figura del docente que durante tanto tiempo estuvo subestimada. En estos tiempos de la postmodernidad, donde el individualismo nos atravesó, este fue un momento de pandemia que nos sirvió para ver que no nos salvamos solos, sino que necesitamos del otro«.
Victoria, Villa Ramallo:
«Soy mamá de tres varones alejo de 20 Mateo de 15 Benjamín de 10. Somos una familia que está acostumbrada a organizarse por lo cual se hizo bastante llevadero. Como familia tuvimos que adaptarnos porque estábamos acostumbrados a que mi marido no estuviera porque él hace viajes y solo estaba los fines de semana, pero con todo esto estuvo 40 días en casa, así que fue un tiempo para compartir y estar juntos, que estuvo bueno porque nos faltaba. Los chicos lo vivieron bastante bien, hasta que se organizaron las escuelas y pudimos acomodarnos los horarios para que cada uno tuviera su espacio y con el tema de internet al principio fue un poco complicado hasta que le agarramos la mano. Gracias a Dios nosotros tenemos internet y tenemos computadora, netbook y teléfonos como para que tuviera las cosas; inclusive me tomé el trabajo, sobre todo con el más chico, de copiarle las cosas hasta que abrieron las librerías y pudimos imprimir. Lo único que no fue tan fácil fue el tema de convivencia entre ellos, porque son chicos y se pelean pero todo fue cuestión de acostumbrarse y entender que tenemos que estar todos juntos en casa haciendo cada uno sus cosas.
Clara, Pérez Millán:
Indicó que “la experiencia fue desde el principio de adaptación. No fue fácil porque como padres nos tuvimos que poner en un rol que siempre lo tiene el maestro. Acompañar, estar, fijarse, mirar y ayudar a que los chicos aprendan. Yo tengo dos hijos la mayor va al secundario y el menor está en primaria y a ellos también les costó adaptarse a esta nueva normalidad porque no es lo mismo levantarse todos los días para ir a la escuela que tener la escuela en tu casa. Ellos pensaban que no tenían la obligación de ir a la escuela por lo que tuvimos que hacerles entender y generar el hábito de sentarse a hacer las tareas y destinar el tiempo correspondiente a cada clase. Nos costó y nos sigue costando como papás y ellos como chicos también, pero es un proceso de adaptación. Desde mi lugar creo que a las escuelas toda esta situación también les sirvió para conocer las diferentes realidades sociales, educativas y culturales de cada familia».
Entrevista realizada al comienzo del receso invernal
Sobre las actividades y tareas:
“En nuestro caso no se complicó la interpretación de actividades, porque todas las maestras nos mandaban las actividades junto con el video instructivo en todas las áreas: educación física, música, sociales, lenguaje, matemática, naturales; bueno en todas las áreas, a nivel primario fue así. A nivel secundario los profesores han estado siempre al pie del cañón, dando las clases en el horario de cada uno y contestando todas las dudas. De las escuelas y los maestros no puedo decir nada porque los docentes estuvieron siempre adaptándose a los míos, porque mis hijos son re tímidos y les cuesta hacer videos o mostrarse les da vergüenza y les cuesta pero ahí estuvieron los docentes adaptándose a las diferencias de cada uno respetando la personalidad de cada chico”, describió Clara.
Victoria,por ejemplo, expresó que «no se nos complicó interpretar las actividades, pero yo como mamá tome la decisión de que algunas actividades que no estaban dadas, de las que mandaron del gobierno, y lo que la maestra no explicaba no era mi obligación explicárselas. Yo los ayude y les explique cosas que ya habían dado o actividades que eran de repaso, pero el tema que no estaba dado, considere que era mejor no adelantarlos sin la explicación de la maestra. Después el trabajo de las docentes, la verdad que fue muy bueno. Siempre estuvieron presentes en la escuela de Benjamín, él va a la escuela 23, enseguida armaron un grupo de para padres y desde ahí se fue pasando todo para que los padres tuvieran el material y siempre presentes siempre muy muy presentes. La escuela técnica también».
Agradecemos a Clara Mussi, Maryflor Villavicencio, Victoria Troli y Pilar Cuttiani por su predisposición para contar sus experiencias como familia.