Tomás Vidal se recibió de licenciado en Comercio Internacional en la Universidad Siglo 21. Su festejo de graduación quedó inmerso en la polémica y el repudio. Envuelto en plástico, con una soga en el cuello, un pañuelo verde representativo del colectivo que reclama la legalización del aborto y la frase “la culpa no era mía”, relacionada con el movimiento feminista chileno Las Tesis, intentó simular que era un cadáver, una víctima de femicidio. La actitud ameritó la reprobación social y la intervención inmediata del instituto.
“Se ha iniciado un sumario que establecerá las responsabilidades y sanciones que correspondan, en función de su conducta, contraria a los valores que esta institución promueve y representa”, rezaba el comunicado firmado por la casa de estudios, que además aseguró que “no permitirá ninguna manifestación ni comportamiento que atente contra las mujeres, la igualdad de derechos, la pacífica convivencia entre los ciudadanos y el respeto a las diferencias”.
Finalmente, la rectora de la institución educativa, María Belén Mendé, confirmó en diálogo con Noticiero Doce de Córdoba la sanción que le impusieron al estudiante: “Vamos a llevar a que repruebe el seminario final, lo vuelva a cursar, y que curse una materia de Género y Diversidad”. Su actitud fue cuestionada y entendida como una infracción severa: por tal motivo le anularon la tesis que presentó para recibirse.
En un nuevo comunicado, las autoridades de la Universidad Siglo 21 difundieron que aplicaron las sanciones que prevé el reglamento institucional. La rectora informó que se decretará una sanción denominada “apercibimiento”, que supone las faltas graves. “Esta sanción implica la nota de cero en su trabajo final y la obligatoriedad de recursar esta materia, y adicionalmente una materia de Género y Diversidad”, reza el escrito. “Venimos trabajando como institución educativa en el fortalecimiento y la garantía de los Derechos de las Mujeres y la buena convivencia entre los ciudadanos, pero evidentemente no es suficiente. Como institución no nos da igual y no nos quedaremos de brazos cruzados», agregó la máxima autoridad del establecimiento educativo.
«La promoción de la igualdad de género, la inclusión y la lucha contra la discriminación son principios fundamentales de esta Universidad. Por eso repudiamos cualquier expresión violenta y/o discriminatoria sobre los derechos de las mujeres por parte de cualquier integrante de nuestra comunidad. Lamentamos esta expresión absolutamente ajena a los valores que inculcamos entre estudiantes y graduados/as”, había señalado la institución en un comunicado anterior.
El repudio comenzó a viralizarse por las redes sociales, impulsado y promovido también por la legisladora del Frente de Todos Ofelia Fernández, una referente del colectivo feminista: “Este forro cínico burlándose de los femicidios. Disfrutaría mucho de romperle la cabeza pero solo puedo pensar en lo trágico que es que el contexto sea una universidad. Ellos aprenden la impunidad y nosotras el sometimiento, sanciónenlo y expónganlo ya Siglo 21”. El nombre del estudiante se convirtió rápidamente en trending topic en Twitter.
Quien también se pronunció a través de un comunicado fue el club Tala Rugby Club, donde jugaría Tomás Vidal. La comisión directiva de este lugar también emitió una carta en la que repudió “cualquier manifestación discriminatoria sobre los derechos de la mujer como la protagonizada hoy (por el lunes) por un grupo de jóvenes” que practican deportes en ese establecimiento.
Fuente: Infobae