Hoy, 1 de junio, celebramos el Día Internacional de la Infancia, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los derechos de los niños y a promover su bienestar en todo el mundo. Esta conmemoración anual nos recuerda la importancia de proteger y garantizar los derechos de cada niño, sin importar su origen étnico, su género, su religión o su situación socioeconómica.
Este día se estableció para concienciar sobre los desafíos que enfrentan los niños en diferentes partes del mundo y para recordarnos nuestra responsabilidad compartida de cuidar, educar y empoderar a las generaciones futuras.
A pesar de los avances significativos en los últimos años, muchos niños todavía enfrentan situaciones difíciles y carencias en sus vidas. En algunas partes del mundo, la pobreza, la violencia, los conflictos armados y la discriminación limitan gravemente las oportunidades de desarrollo y el disfrute pleno de sus derechos fundamentales. Además, la crisis global causada por la pandemia de COVID-19 ha agravado aún más estas desigualdades, poniendo en peligro el acceso a la educación, la salud y la protección de millones de niños.
Es esencial que los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y todos los actores relevantes trabajen de manera conjunta para garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad, atención médica adecuada, protección contra la violencia y la explotación, y un entorno seguro y afectuoso en el que puedan crecer y desarrollarse plenamente.