El desafío más grande para una persona actualmente es encontrarse sin poder llevar el pan a la mesa, pagar los impuesto o el alquiler. Muchas empresas cerraron, muchos fueron desempleados y la situación económica de estos vecinos cada vez es más crítica… pero ¿qué pasa con aquellos emprendedores que vivían de su trabajo diario y de repente una pandemia los ata de pies y manos?
En esta oportunidad charlamos con Selene Vecchiarelli “La Reina Batata”. Una vecina emprendedora que venía dedicándose a los shows infantiles como principal ingreso económico. Una mujer que la venia remando.
Desde abajo se hizo y logró construir su pequeño emprendimiento al cual sostuvo con vida durante 10años a pesar de las crisis y de los obstáculos que a todo emprendedor pueden surgirle. Pero en esta oportunidad “todo murió, literalmente” dijo Selene.
Selene nos envió una carta contando un poco como comenzó su proyecto de Animaciones Infantiles: “Queridos lectores, soy <La Reina Batata>, animadora de fiestitas infantiles. Arranque con este proyecto, hace 10 años tras un despido laboral, no indemnizado e inesperado por mi embarazo. Me reinvente y viví experiencias únicas con mis amadas animaciones así crecí en lo personal y conocí gente maravillosa.
Logre con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo transformar mi hobby en mi única fuente de ingreso, llegando a hacer hasta 12 fiestas por fin de semana incluidos eventos sociales, barriales, jardines, escuelas, sindicatos, colonias, etc. Siempre reinvirtiendo todo en mi proyecto, que por ser escaso en la zona la demanda, hasta que el covid-19 se hizo presente, fue muy grande, constante y segura.
Con lo de las últimas fiestas y unos pocos ahorros, compre algunas cositas de blanquearía y en mis cuatro latas (por su autito) salí a vender con todos los recaudos necesarios, apostando al delivery y a las ventas online, familiarizándome con el posnet, las tarjetas y toda la tecnología posible, proyecto con el que me esta yendo muy bien y me he podido armar mi local”.
Toda una familia de muñecos, superhéroes, títeres, sonrisas, castillos y princesas aguardando que salga nuevamente el sol. Pido disculpas a quienes me llaman para reuniones familiares y les digo que no porque nos quedamos en casa para cuidarnos entre todos y sobre todo cuidar a los niños” finalizó Selene Vecchiarelli “La reina Batata”.
Fuera de esta hermosa carta y charlando con esta redacción, Selene nos contaba que, si bien pudo reinventarse y comenzar este nuevo proyecto, la situación no fue tan sencilla. Durante todo este proceso, que comenzó siendo una cuarentena y pasó a ser un Aislamiento Social Obligatorio del cual llevamos ya más de 100 días, las cosas no fueron fáciles.
En medio de esta situación, al perder su fuente principal de ingresos (que eran las animaciones) ya no pudo sostener el pago del alquiler y no todas las personas se supieron poner en el lugar del otro durante esta pandemia de hecho, el propietario del inmueble le pidió el desalojo le puso un abogado y además pide una suma exorbitante, encima de todo esto hay que sumarle la complicación de una mudanza inesperada, con escasos recursos y en medio del inicio del aislamiento por COVID-19 donde la situación no estaba tan flexible como actualmente. No obstante, Selene logró sortear los obstáculos y comenzar un nuevo emprendimiento.
El propósito de este tipo de reportajes es contarles a nuestros lectores que al igual que muchos de ustedes, hay gente que la pasó mal pero decidió reinventarse y hacerle frente a esta crisis. Siempre hay una posible solución y manos extendidas que aparecen para ayudarte a salir de esa situación difícil.