Mientras se recupera físicamente del accidente que protagonizó a fines del año 2018 y que trágicamente terminó con la vida de dos de sus hijos, Carolina Romanini le escribió una carta de agradecimiento al pueblo de Ramallo.
Esperamos a tener la fuerza suficiente para poder decirles “GRACIAS”. Gracias no es suficiente, pero no existe una palabra aún que pueda abarcar todo lo que hicieron por nosotros.
Es inexplicable y seria inimaginable en otro contexto, les puedo asegurar que la energía del AMOR existe y la recibimos permanentemente.
Sé que no voy a ser justo con los agradecimientos: es que son tantos, que seguramente muchos se me van a pasar por alto ya que desde la primera hora estuvieron ahí para apoyarnos y contenernos.
Voy a empezar por las instituciones de salud pública y privada Hospital J. M. Gomendio de Ramallo, Hospital San Felipe de San Nicolás, Clínica de la UOM San Nicolás, Hospital Santa Fransisca de Arrecifes y todo el equipo médico, enfermeros/as, personal de maestranza de seguridad: todos, absolutamente todos, cumplieron su rol a la perfección y más aún nos abrieron sus corazones.
A la Municipalidad de Arrecifes, gracias por estar presentes todo el tiempo. A la Municipalidad de Pergamino, gracias por su colaboración.
Amigos, Familia, ¡qué decirles! Su apoyo y amor fueron sin dudas el pilar fundamental para poder despertar día a día, no hay forma de explicar y enumerar la cantidad de cosas que hicieron por nosotros. Pudimos sortear obstáculos con urgencia gracias a su esfuerzo y el de comunidades enteras que nos tendieron una mano enorme sin dudarlo y sin especulaciones. Villa Ramallo y Ramallo, nuestro hogar estos últimos dos años, donde un grupo de gente hermosa que tuvimos la suerte de conocer, no dejaron de estar y moverse incansablemente para ayudarnos a resolver nuestras causas más urgentes. Arrecifes, sin palabras: personas maravillosas, que al igual que los demás -junto a toda la ciudad- estuvieron al pie del cañón trabajando, distribuyendo urnas y realizando un evento del cual el amor y la energía que emanó pudo sentirse a kilómetros. Arroyo Dulce, mi pueblo natal, gracias por tanto. Gracias a todos los que se movieron con las urnas, las rifas, a los que de forma individual dijeron presente. Fue muy emocionante sentirlos. Pergamino, donde se hizo una movida que nació de la sensibilidad de un niño de 10 años junto a su mamá y un grupo de amigos y artistas que dijeron acá estamos.
Me voy a olvidar de cientos de ustedes y pido perdón por eso. Esta familia junto a sus angelitos Milenka y Lola jamás olvidaran el amor que nos brindaron y ojalá puedan sentir todo el amor que Lola y Mile dejaron para darles por medio de nosotros. Gracias, gracias y como le dijimos personalmente a la mayoría de ustedes, lo que recibimos volverá a cada uno de los lugares de donde vino!!!
Abrazo con todos nuestros corazones.
Jere, Caro y Christian.