La curiosa situación le ocurrió al joven británico Nat Thind, de 26 años, un consumidor frecuente de la famosa pastilla azul, conocida comercialmente como Viagra.
Nat nunca se imaginó que iba a ser conocido en el mundo entero por un hecho tan íntimo. Nat Thind es un joven de 26 años -nacido en el Reino Unido- que, como lo había hecho repetidas veces, antes de un encuentro sexual tomó una dosis de sildenafil -la famosa pastilla azul conocida comercialmente como Viagra®- . Sin embargo, la última vez fue diferente: tuvo una erección muy prolongada en el tiempo, que según figura en las crónicas aparecidas en los medios de Inglaterra duró casi un mes.
Luego de haber consumido la dosis de sildenafil -conocida popularmente como Viagra®- que fue comprada sin receta, comenzó a sentir un dolor agudo en el pene y al mismo tiempo observó que su erección no disminuía. Frente a ese cuadro, decidió recurrir al hospital más cercano. Al llegar al hospital, los médicos le realizaron varios tratamientos para bajar la erección pero ninguno funcionó, hasta que le diagnosticaron priapismo.
El priapismo es una erección de larga duración, que se puede llegar a prolongar durante horas e incluso días. Estos episodios de erección son repentinos y no van ligados a la excitación, provocando un gran dolor en el pene. Sus causas pueden ser tanto vasculares como neurológicas. También como consecuencia del consumo de algunos medicamentos.
El médico andrólogo Omar Layus (MN 93525), del servicio de urología del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó: “El diagnóstico de priapismo implica una erección prolongada y dolorosa, que casi siempre dura más de tres o cuatro horas y se divide en dos. De alto flujo y bajo flujo. El priapismo de alto flujo es más arterial y el de bajo flujo es más venoso. El de bajo flujo es una urgencia urológica en la cual hay que hacer una serie de tratamientos para resolverlos porque esta erección prolongada lo que lleva es a una fibrosis de los cuerpos cavernosos y esta fibrosis producirá una disfunción eréctil por la alteración del mecanismo vaso-oclusivo”.
El joven del condado de Hampshire afirmó que los médicos probaron varios métodos para aliviar su erección durante tres días, pero ninguno funcionó. Y decidieron intervenirlo quirúrgicamente. Como resultado de la operación, Thind sintió que le quedó el pene «mutilado” y con incapacidad de lograr una erección o alcanzar el orgasmo.
Continuó Layus del Hospital Italiano, “en el priapismo hay una entrada permanente de sangre, por eso no baja la erección. Lo que uno tiene que hacer es alterar ese desequilibrio para que haya una entrada y una salida controlada. Los cuerpos cavernosos están ingurgitados, el sistema veno-oclusivo funciona perfectamente y al aplicar alguna droga que contrarreste esa vasodilatación -a través de una inyección- o haciendo un drenaje venoso permitirá que empiece a salir la sangre, y se equilibre con la entrada y aparezca la detumescencia, cuyo objetivo es disminuir la erección», agregó el especialista.
Para el especialista Layus, «el consumo de Sildenafil en jóvenes se da por miedo a fallar en las relaciones sexuales, por el ‘tengo que cumplir’ y ‘tengo que tener una mejor performance’. Esta píldora libera adrenalina y la adrenalina es vaso-constrictora. Le puede pasar a cualquier hombre a lo largo de la vida, pero obviamente con el paso de los años, la patología vascular y orgánica se va manifestando”.
“El consumo de sildenafil o tadalafil -conocidos como Viagra®- que son inhibidores de la fosfodiesterasa 5, que es un vasodilatador peneano, no es sugerido para hombres jóvenes , sino en los maduros, y cuando se presenta una patología vascular o una patología veno-oclusiva en la cual el paciente necesita un vasodilatador para permitir la mayor entrada de sangre. El uso recreacional no está indicado por los médicos, es una automedicación y como toda automedicación puede provocar problemas”, concluyó Layus.