Usa todo el dinero que tiene ahorrado para poder recorrer el mundo. Ni bien se jubiló pensó mucho sobre qué hacer con su tiempo libre, es así que hace 6 años decidió recorrer el mundo con su mochila y su bastón.
Nada le impide a visitar nuevos lugares, “La clave para cumplir tus sueños es la decisión” y vaya que ella lo hizo. Países como Alemania, Turquía, Polonia, Israel y República Checa ya han sido visitados por ella y espera seguir visitando muchos más. Elena Mikhailovna es sin duda un ejemplo de que no hay nada imposible en esta vida si uno realmente se lo propone.
La agente de viajes de Elena, en Krasnoyarsk, contó a través de una publicación en un medio ruso que, en sus siete años de trabajo en el turismo, es la primera vez que ve que alguien de esta edad posee “la fuerza y la salud” para viajar más de 7.000 kilómetros.
“Elena se defiende sin problemas: viaja sólo con un bastón (¡y una mochila!), siempre cuenta con alguien que se ofrezca para echarle una mano y realmente se atreve a todo tipo de actividades”. Viajes en camello y en moto, subidas a las alturas, baños en el agua de mar, comidas exóticas y una de sus últimas aventuras fue la más extrema ya que se atrevió a tirarse en paracaídas.
A los 83 años empezó a recorrer el mundo y decidió utilizar todo su dinero que recibía por su pensión a hacer dos viajes por el mundo al año. En su viaje por Vietnam quedó tan sorprendida que dijo: “Yo estaba en Mũi Né. La naturaleza es tan hermosa, la fruta es tan sabrosa y la gente es amable y muy sociable. Aunque en el hotel, donde me alojé, ninguno de los empleados hablaba ruso, de alguna manera logré hacer todo”. Menciono la abuela aventurera en una entrevista. Elena no se rinde y quiere viajar mucho más. Ahora está en sus planes conocer España o Italia. En ese momento, tendrá 90 años y muchas ganas de demostrar que la edad no es más que un estado mental, ¡si se quiere, se puede!
Fuente: Ilusión Viajero
