Argentina: la pandemia golpea a una economía que ya está al final de su cuerda

Por Abi Acosta







“Uno de los confinamientos más largos del mundo”: el diario Le Monde analizó el impacto de la cuarentena argentina. Un artículo del prestigioso diario francés analizó las consecuencias que sufren los pequeños comercios locales en medio de una economía exhausta y en crisis.

El periódico francés Le Monde publicó este jueves un artículo en donde planteó que la Argentina transita “uno de los confinamientos más largos del mundo”, que impacta negativamente una economía “exhausta” pese a las medidas de emergencia dispuestas por el gobierno de Alberto Fernández.

El artículo, titulado Argentine: la pandémie frappe une économie déjà à bout de souffle”, afirma que en el contexto de la crisis económica y social desatada en 2018 (donde los salarios y el poder adquisitivo se derrumbaron y el desempleo y la inflación aumentaron bruscamente) “este cierre forzoso ha sido duro” y no le permite recuperarse a los comerciantes.

Pone como ejemplo a Ariel, dueño de tres pequeños negocios, quien ya debió cerrar uno y está considerando bajar la persiana de otro ante la delicada situación económica. “Las deudas se van acumulando, ya no sé cómo gestionarlo”. La pandemia ha obligado a Ariel a renovarse: sus productos estrella ahora son los tapabocas , hechas con trozos de tela, que vende a 100 pesos cada una (menos de un euro)”, señala el periódico.

El artículo también hace referencia a los estrictos protocolos sanitarios que debieron instrumentar los comerciantes y refleja los cambios en la atención al público. Destaca la rápida actuación del gobierno para contener el avance del virus, lo que se refleja en el bajo número de muertos. Sin embargo, esa decisión golpeó fuerte a la mayoría de las empresas y pymes. En abril, la actividad económica tocó fondo.

“Los sectores más afectados son los vinculados al ocio: hoteles, restaurantes, etc. Pero también la construcción. Todo lo que no estaba calificado como actividad esencial se derrumbó”, le dijo Lucía Pezzarini, economista de la consultora Ecolatina, al diario.

El periódico también advierte que a pesar de las medidas de emergencia adoptadas por el gobierno nacional para ayudar a las empresas, esto no es suficiente. “El 22% de los negocios de la capital (24.200 pymes) han cerrado definitivamente desde el inicio de la cuarentena. Nueva Pompeya no es una excepción a esta cruda realidad: aquí y allá, varios locales se han cubierto con carteles de “Se vende” o “Se alquila””, cuenta.

En este caso, tomaron como ejemplo a un peluquero para mostrar el impacto de mantener la cuarentena. Las peluquerías recién pudieron reabrir sus puerta el pasado 29 de julio, aunque no como debieran. “Es un gran alivio, estábamos empezando a perder la esperanza”, le dijo al diario francés uno de los dueños del local –padre de dos hijos– que durante la cuarentena continuó cortando el pelo clandestinamente en su casa para poder generar un ingreso para su familia.

En este sentido, Le Monde refleja la ayuda económica que brindó el gobierno a este segmento de la sociedad, a través del IFE, y que dejó al descubierto una realidad que muchos se negaban a reconocer. “Una medida sin precedentes, el gobierno ha implementado un “ingreso familiar de emergencia” destinado en particular a los trabajadores del sector informal. Con un valor de 10.000 pesos (115 euros, cantidad por debajo de la línea de pobreza), se distribuirá por tercera vez a partir del 10 de agosto. Esta ayuda, que se suponía afectaría a 3 millones de personas según los cálculos del gobierno, finalmente se pagó a cerca de 9 millones de argentinos”, señala.

El periódico destaca la solidaridad de los argentinos, que a pesar de las circunstancias se la rebuscan para salir adelante. Como el caso de una madre soltera que quedó desempleada cuando se instauró por decreto el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Junto a su hijo de 12 años, la mujer colabora en un comedor comunitario del barrio de Pompeya. Allí se juntan voluntarios para distribuir las viandas entre casi 120 personas. “No es realmente legal, pero la policía y los vecinos están al tanto y hacen la vista gorda”, le comenta a Le Monde uno de los organizadores del comedor, que abrió sus puertas en 2019 y que hoy está más activo que nunca. “Vemos que vienen cada vez más familias de clase media porque no tienen otra opción”, le agregó el voluntario.

En cuanto a la pobreza, en periódico advierte que podría afectar hasta a 6 de cada 10 niños a finales de año, según Naciones Unidas. Además, alerta que el cierre de las escuelas dejó en relieve la brecha digital que existe hoy en Argentina, la que impacta directamente en los sectores de familias más vulnerables, que además no pueden acceder a una comida diaria de forma gratuita en las escuelas públicas. Y tampoco hay fecha de regreso a las aulas, principalmente en el Gran Buenos Aires, donde se han registrado el 90% de los casos de Covid-19 del país.

Fuente: Infobae





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