Llega febrero y las familias comienzan a preparar el presupuesto para comprar los útiles y vestimenta para el arranque del nuevo ciclo lectivo. Y no se trata de un año más, sino de un inicio escolar tras un 2018 que cerró con una inflación del 47% y con salarios que perdieron más de 10 puntos de poder adquisitivo.
La canasta escolar no estuvo exenta de esta realidad y subió, según un relevamiento realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, casi 42% respecto de febrero del año pasado. Hoy, según ese estudio, un combo de útiles para llevar al colegio ronda los $3.000 para un segmento de poder adquisitivo medio.
De acuerdo con el relevamiento de precios de 54 productos, esa canasta tuvo un aumento de 206% desde 2016, cuando comprar esos ítems tenía un costo de $981. Si se dividen esos artículos por segmento de poder adquisitivo, el estudio concluyó que este año una canasta escolar económica ronda los $1.676 (44,2% más que el año pasado) y una Premium, $3.802, que representa un 38,4% más que en febrero de 2018.
Estos aumentos tienen mayor impacto si se analiza el poder de compra de las familias, que cayó fuertemente en el último año. Según el estudio, «si se deflacta el salario mínimo vital y móvil por el índice de aumento de precios de la canasta educativa, se nota una merma del 16,2% y en el acumulado desde 2016, de casi 40%, lo que significa que con el salario mínimo del 2019 se pueden comprar un 40% menos de útiles y accesorios para la escuela que en 2016». Lo mismo sucede con la Asignación Universal por Hijo (AUH), que redujo su poder de compra un 9,3% en el último año y cerca de un 30% respecto de tres años atrás.
