En un acto solemne celebrado en el Congreso Nacional, Santiago Peña ha sido investido como el nuevo presidente de Paraguay, convirtiéndose en el 51º jefe de Estado del país. En su juramento Peña reafirmó su compromiso de mantener relaciones diplomáticas con Taiwán, convirtiendo así a Paraguay en el único país de Sudamérica en hacerlo. Además, destacó la importancia de priorizar la relación regional con Brasil y abordar el desafío de negociar el tratado para la hidroeléctrica de Itaipú.
La jornada de traspaso de mando comenzó con puntualidad a las 7:00 hora local en el Congreso Nacional. El himno nacional de Paraguay resonó en el ambiente, marcando el inicio de la ceremonia. Mario Abdo entregó los atributos del mando presidencial en conformidad con el protocolo establecido.
El vicepresidente electo, Pedro Alliana, fue el primero en prestar juramento, seguido de Santiago Peña, quien respondió afirmativamente al jurar desempeñar con fidelidad y patriotismo el cargo de presidente de Paraguay. La entrega de la banda y el bastón presidencial siguió, marcando oficialmente el traspaso de mando.
En los próximos pasos del día, el presidente Peña tomará juramento a su gabinete de ministros y pronunciará su discurso inaugural. El evento continuará con un Te Deum en la Catedral Metropolitana y el saludo de las delegaciones oficiales en el Palacio de López. El día culminará con un espectáculo artístico en la Costanera de Asunción, en conmemoración del 486° aniversario de la ciudad y en honor a los mandatarios presentes.
Santiago Peña asume la presidencia en un momento crucial para Paraguay, enfrentando desafíos en las relaciones internacionales y la economía del país. Su enfoque en mantener vínculos diplomáticos y resolver cuestiones estratégicas con sus vecinos sienta las bases para su mandato en un período de importantes decisiones y oportunidades para el país.
