El gobierno venezolano anunció el «cierre de la frontera con Colombia» desde este viernes hasta el próximo lunes, en respuesta a denuncias de una presunta «conspiración internacional» para desestabilizar el país. La medida se da en un clima de alta tensión política previo a la toma de posesión de Nicolás Maduro, para su tercer mandato presidencial.
Mientras Maduro se alista para un nuevo periodo de gobierno, acusaciones de fraude electoral alimentan el descontento en diversos sectores del país. En Caracas, marchas a favor y en contra del mandatario muestran una profunda división social.
La oposición, liderada por María Corina Machado, ha llamado a manifestaciones dentro y fuera de Venezuela para exigir que se reconozca al opositor Edmundo González Urrutia como legítimo ganador de las elecciones. González, quien actualmente se encuentra en Santo Domingo, prometió regresar a Caracas «en libertad» y aseguró que asumirá el cargo de presidente. Sin embargo, enfrenta una orden de captura emitida por las autoridades venezolanas, lo que añade incertidumbre a sus planes.
En el acto de juramentación previsto para este viernes, Maduro estará acompañado por el Poder Judicial y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, según confirmaron la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa, con el gobierno reforzando medidas de seguridad ante posibles intentos de desestabilización, y la oposición intensificando su rechazo al liderazgo de Maduro. Este panorama plantea interrogantes sobre el futuro político del país y las posibles repercusiones en la región.