Consultamos al Dr del hospital por algunas cuestiones, que con muertes de por medio (hace mas de 6 meses), era uno de los puntos que fundamentaban la emergencia sanitaria vetada por el intendente. Lejos de buscar un castigo o cuestionamiento a los profesionales, lo que intentamos averiguar es la actitud y el cumplimientos de los deberes de funcionario púbico de su director, al que en decenas de notas hemos hecho referencia como el “no hacedor” por excelencia del gobierno de Santalla.
Tengan razón o no los familiares que perdieron seres queridos y que acusan al hospital de negligencia o impericia, o simplemente sea que los hechos fueron fruto de la simple desgracia (sin que haya responsabilidades de los profesionales involucrados), lo que corresponde es llevar adelante las investigaciones y de una buena vez, llegar a una conclusión. Se trata de vidas, de vidas perdidas, y de respuestas y procedimientos que no aparecen, de protocolos que no existen, no se cumplen o son ineficaces. Respuestas que solo son bla bla bla, contra vidas perdidas que por supuesto, no son de la clase política ni de la clase acomodada del partido.
Ante tal consulta, la respuesta por parte del señor Guillermo Van Kemenade fue, “con lo que refiere al médico de paraíso hay una causa que está investigando la justicia, por lo cual estamos esperando que haya un tipo de avance, y ahí veremos si habrá algún tipo de sanción para el funcionario. El ambulanciero también está siendo investigado, porque es responsabilidad suya tener la ambulancia equipada, y nunca realizó un pedido de equipamiento. Aparte, esos elementos nunca faltan en el hospital”. -volvemos a preguntarnos ¿por qué, si esta todo tan claro, la investigación es infinita?-. Según Van Kemenade, “el sumario realizado a la jefa de pediatría, eso también está en la parte legal, y sigue cumpliendo su función.”, y agregó que “para poder suspender a alguien uno tiene que sumariarlo, y la persona tiene derecho a su legítima defensa “la gente dice echalo, pero no es tan fácil, es como el sistema penal”.
A la hora de hacer el seguimiento de estos temas, no buscamos echar a nadie -como deja entre ver el director- sino que como en decenas de casos, casos de años y años, continuamos haciendo las mismas preguntas ¿se sabe algo?, ¿se avanzó?, ¿podemos ver el expediente que nunca está disponible?…. Y siempre hay una respuesta que no responde nada. Y en este caso en particular ¿tanto se tarda en definir si el ambulanciero es el responsable?, ¿o si hay un motivo valido por parte del médico que se negó a asistir a un evento grave?, y si su contrato le permitiera negarse a asistir a un accidentado: ¿no hay un protocolo que lo obligue a derivar el llamado de emergencia al hospital central?, ¿en qué parte del protocolo esta que el accidentado y quien lo ayuda en medio de una ruta, simplemente deban rezar para que alguien los asista?. ¿qué investigación arrojará información certera cuando se deja pasar tanto tiempo después del hecho en cuestión?.
La negación de respuestas que debieran ser claras e inmediatas, no porque se la deban a la prensa, sino porque se la deben a los familiares de las víctimas y a los vecinos en general, muestran la verdadera voluntad de que nada mejore del responsable máximo del sistema de salud pública de Ramallo.
Que distinto seria el reclamo si el damnificado seria el hijo, hermano, padre o pareja de quien está leyendo, de alguien con poder, dinero o que esté ligado a la política ¿verdad?. Estos casos pasan al olvido porque los damnificados no tienen el estatus social ni la preparación necesaria que los haya instruido en los derechos que tienen. En otras palabras, ignorantes, en el buen sentido.
De algo estamos seguros, el tiempo es la garantía máxima de que nada llegara a comprobarse jamás. El tiempo es el aliado principal de la falta de justicia. Y la inacción de las autoridades del hospital, son quienes garantizan el éxito de este aliado, y perpetúan esta situación, condenando los casos al olvido, una vez tras otra.
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