Con marzo se fue la séptima edición en la que se invitó a productores a seleccionar y evaluar el rendimiento y la calidad de los clones. La experiencia que inició en 2010 propone tomar decisiones en cuanto a la selección de nuevas variedades. Se trata de jornadas participativas donde los productores observan a campo cómo se obtiene semilla botánica para generar nuevos clones. Se pone en foco el comportamiento de clones de batata que están en proceso de selección, y también evalúan y seleccionan plantas provenientes de cruzamientos.
“Esto se enmarca dentro de las responsabilidades del INTA de generar nuevos conocimientos con aplicación directa de los resultados”, afirma convencido Héctor Martí, investigador en la EEA San Pedro y referente nacional en la temática. “Se espera que lo que se investigue en las estaciones experimentales situadas en las diferentes zonas productivas pueda ser adoptado por los destinatarios directos, que son los productores”, agrega quien también lidera el proyecto nacional “Bases para la sostenibilidad de las cadenas de la papa y la batata» y trabaja en la formación de Martín Ferrari, como becario de la institución.
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Boni INTA
Es una de las promesas que se presentó en la jornada a la que se acercaron unos diez productores batateros de la zona, y compartieron su mirada junto a técnicos, asesores y profesionales. Fueron de los primeros en conocer las características y rendimiento del nuevo clon que será inscripto como cultivar, el clon SP1009 y bautizado como Boni INTA, en homenaje a Bonifacio Vicentino que durante años fue responsable de realizar los cruzamientos en la EEA El Colorado, de los cuales se originó este nuevo clon.
“Comparado con los cultivos comerciales, Boni se caracteriza por su alto rendimiento, ciclo corto, piel y pulpa anaranjadas y muy buen sabor. La pulpa anaranjada significa alta concentración de pro Vitamina A, que también es un poderoso antioxidante”, destaca Martí, responsable de la organización de la jornada. Boni es una alternativa más dentro del grupo de batatas de pulpa anaranjada que se están difundiendo actualmente. “El tono similar de los colores de la piel y de la pulpa hace que cuando pierde parte de la piel por el manipuleo conserva su aspecto agradable, a diferencia de otras cultivares que cuando pierden la piel, disminuyen notablemente su calidad”.
El programa inició en la parcela de cruzamiento donde observaron, en un invernáculo, diferentes clones de batata injertados sobre Ipomoea fistulosa para que florezcan y fructifiquen y allí mismo se explicó el proceso de obtención de semilla botánica. Se trata de una variedad de portainjerto que crece espontáneamente en las zonas bajas del NEA y NOA húmedo, conocido como «mandiyurá» y se utiliza como pie para injertar los clones que uno quiere cruzar.
Luego se observaron parcelas en un ensayo comparativo a campo, y se realizó la selección de plantas provenientes de semilla botánica -futuros clones-, a cargo de cada participante. Finalmente y en salón, hubo espacio para la degustación y evaluación de clones promisorios, comparados con cultivares comerciales.
“Los participantes pudieron observar 35 clones por su rendimiento, forma y color y en base a esos parámetros cada participante seleccionó una serie de clones que son los que vamos a seguir trabajando y evaluando en las futuras campañas”, explicó Martí. Más tarde, tuvo lugar la selección de plantas obtenidas por semillas, que son el inicio de nuevos clones para continuar con el trabajo. “La jornada resultó muy útil para nosotros porque además de nuestro criterio de selección, tenemos el de los productores que son los primeros destinatarios de nuestro trabajo”, agregó.
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