Bahía Blanca se encuentra sumida en luto y devastación luego del impacto de un brutal temporal que, además de causar estragos materiales, se cobró la vida de 13 personas. El director bonaerense de Defensa Civil, Fabián García, describió la ciudad como “muy golpeada”, destacando la magnitud de la tragedia.
Desde la tarde del sábado 16 de diciembre, cuando el temporal alcanzó su punto máximo entre las 20:00 y las 21:00, la ciudad enfrentó una situación caótica con árboles caídos, vidrios estallados, vehículos desplazados, cortes de luz, inundaciones y evacuaciones de residentes.
El intendente local, Federico Susbielles, anunció la trágica noticia de las 13 personas fallecidas, todas ellas presentes en un club de la ciudad que sufrió el derrumbe de su techo. Además, 14 personas resultaron gravemente heridas y fueron trasladadas a varios hospitales para recibir atención médica.
La ciudad aún enfrenta problemas viales y eléctricos significativos, con más de 5,000 árboles caídos y más de 100 techos de casas volados. Gran parte de Bahía Blanca sigue sin electricidad, y aunque se ha restablecido el 35% del servicio, se trabaja arduamente para recuperar completamente el suministro eléctrico.
Las expresiones de dolor y solidaridad se multiplicaron en redes sociales, mientras el Comité de Crisis, encabezado por el intendente Susbielles y con la presencia del presidente Javier Milei, coordina las acciones de emergencia. El gobierno provincial, las Fuerzas Armadas y otros organismos están colaborando para abordar la crisis.
El presidente Milei expresó su confianza en la resiliencia y solidaridad de los argentinos frente a eventos adversos y ofreció su apoyo en la recuperación. Las autoridades realizaron un recorrido por la ciudad y visitaron a los heridos en el hospital municipal.
En medio de la tragedia, surgen preguntas sobre la naturaleza del fenómeno meteorológico. El meteorólogo Christian Garavaglia explicó que se trató de un “bow echo” o “derecho”, una forma de tormenta organizada en arco con ciclos de vida más largos y riesgo principal en la intensidad del viento, descartando la posibilidad de un tornado.
La ciudad enfrenta una difícil recuperación mientras la comunidad se une para superar esta tragedia sin precedentes.